Las explotaciones de granito o pizarra están asociadas a la actividad económica de Pontevedra y Ourense, respectivamente. Se trata en ambos casos de gestión y transformación de recursos naturales que generan un alto valor añadido y aportan el 1,2% del PIB gallego
La minería es uno de los grandes sectores económicos estratégicos de Galicia. En conjunto aglutina a más de 7.000 puestos de trabajo y representa el 1,2% del PIB de Galicia, según datos de la Xunta de Galicia. Está formado por 362 explotaciones activas en la comunidad gallega, a las que debemos unir el sector del embotellado de aguas y de explotación del recurso termal así como las empresas auxiliares. Los dos grandes productos son la pizarra y el granito dentro de la producción minera no energética.
La pizarra es un sector estratégico para la economía gallega, y en especial para la provincia de Ourense. En concreto, la comarca de Valdeorras, donde están radicadas las principales empresas de Galicia y un buen número de pequeñas empresas del sector. Ocupa a cerca de 2.500 empleados y unas cifras de rentabilidad cercanas a los 250 millones de euros. El sector presenta un alto grado de internacionalización al ser capaz de vender el 95% de su producción a nivel internacional. Estas cifras han atraído la inversión internacional con operaciones como la compra del grupo pizarrero Cupa, por parte del fondo americano Carlyle, o la compra de Cafersa, por parte del grupo alemán Rathsckeck.
El otro gran mineral con potencial es el granito, con una industria centralizada en la comarca de Porriño, en Pontevedra. Un sector que aporta 4.000 empleos a la economía gallega y una cifra de negocio de 242 millones de euros, a lo que debemos unir un potencial de exportación superior al 90%. Ambas comarcas son líderes a nivel nacional en su correspondiente materia prima. Un dato, el 85% de la producción de granito de España procede de las canteras gallegas. Por volumen de producción, el sector del granito gallego ocupa el quinto lugar del mundo y el segundo en Europa solo superado por el mercado italiano. El principal cliente es Turquía pero cada vez más adquiere peso el mercado de los Estados Unidos.
Las materias primas minerales son vitales para nuestra actual existencia. Habitualmente consumimos agua mineral, necesitamos materiales de construcción para nuestras viviendas u oficinas, o usamos los balnearios en los que buscamos el relax. Todos ellos dependen del proceso de explotación de la tierra, el proceso minero.
LA RELEVANCIA
A ello debemos sumar otros productos como cosmética, medicamentos o bombillas que dependen de materiales mineros para su viabilidad. La relevancia es clara, cada europeo consume una media anual de entre 5 y 10 toneladas de productos minerales. Una casa puede llegar a necesitar hasta 150 toneladas de minerales en forma de cemento, arcilla, cerámica, tejas, losas y toneladas de metales, entre otros. Un coche puede contener hasta 150 kilos de minerales (caucho, plásticos, vidrio) y más de una tonelada de metales. El 50% de las pinturas o del papel se elabora a partir de minerales; el vidrio y la cerámica también contienen hasta un 100% de minerales. Es decir una persona en Europa es capaz de consumir 400 toneladas de productos de minería, sin incluir los energéticos, a lo largo de su vida.
En el mundo globalizado la necesidad de asegurar el abastecimiento de materias primas es crucial. Así lo ha reconocido la Comisión Europea ya que el 70% de la industria de Europa que es capaz de crear 30 millones de puestos de trabajo, y representa el 13,46% del PIB de la UE (1.324 billones de euros) tiene una dependencia directa de materias primas con origen minero.
MINERALES ESTRATÉGICOS
Europa, dentro de la estrategia de innovación en abastecimiento de materias primas, ha identificado 41 minerales estratégicos y de los cuales 14 se han clasificado como vitales para el desarrollo económico de Europa. Galicia en este contexto muestra un sector minero que es capaz de atender el 85% de la demanda regional de materias primas de las industrias y en general de las empresas ubicadas en el territorio, según datos de la Cámara Minera de Galicia.
Dentro de los elementos mineros identificados como claves para la economía de Europa, por parte de la Comisión Europea, se encuentran el cobre, el hierro, el plomo y el zinc, los feldespatos, las magnesitas, las arcillas y calizas, unido al volframio, el antimonio, el niobio-tántalo y demás tierras raras que son considerados críticos, por su dificultad de acceso y sus cada vez mayores necesidades para la competencia de la industria europea.
Algunos de ellos forman parte de la clasificación de tierras raras, aunque de raras no tienen nada, ya que la mayor parte se conocen desde finales del siglo XVIII y durante mucho tiempo no tuvieron un uso especial hasta que se han utilizado como elementos claves del sector electrónico, con presencia en pantallas de todos los dispositivos móviles, en los cables de fibra óptica y en los discos duros de los ordenadores.
Además de su importancia para la industria militar, también son necesarias para la fabricación de células solares, sistemas de iluminación LED, máquinas de rayos X y baterías para automóviles híbridos.
