Con prima de riesgo

La pregunta: ¿Estamos condenados a que el paro siempre suba en enero y baje en agosto?

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photo_camera La media de empleo por empresa en España es de 4,6 empleados.

La serie histórica nos indica que desde 1997 en todos los meses de Enero, siempre sube el paro en España

La repuesta a la pregunta que nos hacemos en el encabezado es clara. Dentro de la serie histórica comparable, que arranca en 1997, la evolución del paro en los meses de enero siempre ha sido desfavorable por el fin de la campaña navideña. En ningún enero ha descendido el desempleo, registrándose el mayor repunte en 2009, cuando se incrementó en cerca de 200.000 personas. Para ejemplo el pasado mes de enero donde la cifra de paro ha aumentado  en 63.747 en toda España. 

Por desgracia, para nuestra economía no siempre en el  mes de agosto baja el paro. Para ejemplo, también, hay que señalar que en agosto pasado el paro subió en más de 46.000 personas.

Los sospechosos habituales de esta situación son siempre los mismos, “el final de la Navidad genera desempleo” y el final del verano genera desempleo”. ¿Les suenan estas frases? Verdaderamente son reales en los datos, pero la reflexión es si esta situación debe ser perenne en el tiempo y en el futuro de ciertos perfiles de empleados. 

Para dar respuesta a la duda de esta semana debemos recurrir al análisis por comparación, ver qué les pasa a nuestros vecinos europeos.  Alemania nos enseña que el paro puede bajar también en enero. Por ejemplo, en enero de 2017, el desempleo bajó en 26.000 personas y es habitual en su serie histórica que en ese mes baje el paro. Bueno, usted me puede decir que el ejemplo  alemán no vale porque tiene una tasa de paro del 5,5% y sigue a la baja y “es una trampa” compararlo con nuestro pais. 

En este caso, debo decirle que el paro bajó también en Francia o en Portugal, donde la tasa de población sin trabajar alcanza un descenso del 8%, dato igual al del año 2004, lo que significa una caída de 37% de tasa de paro.  Es decir, la caída del paro, al final de Navidad y del verano, quizá sea algo de la tierra, como el jamón o los toros. 

El problema de estas cifras es lo que podemos identificar detrás de ellas, sobre todo eventualidad laboral y eventualidad en el consumo de muchas familias. ¿Porqué esta situación? En primer lugar, la propia tasa de paro, ubicada por encima del 16%, que dificulta el desarrollo del consumo a lo largo del año. A esto debemos sumar una segunda dificultad, la capacidad de compra. El sueldo más común entre los españoles es de algo más de los 16.000 euros brutos al año. 

EL DESEMPLEO FEMENINO AUMENTA

Pero si nos sumergimos en las cifras de paro, estas nos indican dos cuestiones que debemos tener en cuenta. Por género, el desempleo afectó el mes pasado sobre todo a las mujeres: 48.000 desempleadas más, frente a 15.753 varones. Este valor se repite en varios datos anteriores y nos muestra una diferencia de género profunda.  A la vez, el empleo cae sobre todo en hostelería y comercio, que se dejan en enero 38.000 puestos de trabajo. 

Por lo tanto, los datos nos indican dónde se encuentra el problema: sectores muy volubles en demanda de empleo, provocada por periodos concretos de ventas y que no acaban de conformar una demanda estable.

Otra tendencia es que el problema “va por barrios”,  ya que los datos del último mes muestran el descenso en Baleares (-650) y Canarias (-386), donde el sol más “quema”. 

Les doy un dato más: el principal damnificado por la recesión económica en España ha sido el empleo, ya que entre 2006 y 2014 se destruyeron el 21% de los puestos de trabajo, es decir, casi dos millones de empleos. A esta circunstancia debemos sumar el tamaño de las empresas. Según el estudio del profesor del IESE Miguel Ángel Ariño, publicado bajo el título de “Evolución del tejido empresarial español de 2006 a 2014, el tamaño de las empresas, se ha pasado de una media de 16,2 empleados por compañía en 2006 a 14,5 en 2014”. 

Y mi dato preferido: el sector industrial vio reducido en un 28% su empleo y en un 22% el número de empresas, aunque la facturación total prácticamente se mantuvo, con un descenso de solo el 2%, según el citado profesor. En definitiva, los datos nos indican que el problema no está en la eventualidad de los empleos solamente, sino que el problema es estructural. 

En concreto, el tamaño, ya que una empresa media española es la mitad que una alemana y si hablamos de las empresas industriales las diferencias se acentúan. Ese es el motivo por el cual nuestro país sufre de paro estacional, nuestras empresas son pequeñas en tamaño y en músculo económico para competir en mercados mundiales con empresas cada vez más grandes, y además les falta facturación para crear empleo estable. La solución es crecer, crecer, crecer y dejar un espacio a la innovación y al desarrollo tecnológico para competir en un mercado de grandes. 

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