con prima de riesgo

La recuperación económica industrial de Galicia, cuestión de sectores olvidados

La economía gallega recupera el PIB pero no los niveles de empleo precrisis

Los políticos de todo tipo de colores calientan motores  ante el inminente anuncio del fin de la crisis en Galicia, al alcanzar los niveles del PIB de la precrisis. Es decir, del dato que presentaba Galicia en el año 2007. En este sentido, ustedes consideran que Galicia esta como hace diez años, ése es el debate que le proponemos hoy.

Sin duda Galicia se recupera, con datos como el mayor incremento del turismo de su historia, tanto de pernoctaciones hoteleras de visitantes nacionales como de fuera, y eso sin contar los datos de los establecimientos “informales” de turismo (ya que medir el cliente del apartamento turístico todavía no está completamente desarrollado). Eso sí, los datos son generosos con el sector hotelero gallego en el caso de ocupación, pero todavía muestra debilidad en el nivel de rentabilidad por habitación, uno de los ratios principales a la hora de tomar decisiones de inversión de nuevas plazas hoteleras. 

A la vez, el naval nos sorprende con continuos anuncios de nuevos contratos y pedidos como premio a un sector que da muestras de recuperación tras un más que duro proceso de reconversión y de especialización. Ahora somos expertos mundiales en buques oceánicos, veleros de formación marinera, buques para la industria petrolera, o piezas para el futuro sector de la eólica marina. Pero quizá la mejor noticia, sea que vuelven los pedidos del sector pesquero y se auguran nuevos e importantes contratos militares, siendo la novedad que el cliente sea la Marina del Reino de España y no de otros países de las lejanas antípodas; curiosamente gracias a la intervención del Señor Trump, alias @POTUS 45, y sus exigencias de mayor inversión de sus aliados en defensa. 

El sector ya lidera la demanda de pedidos de España y ya ha superado el varapalo de la caída del tax lease promovido por la competencia de Centroeuropa. La cara negativa es que el sector ha sufrido una fuerte sangría de empleo que todavía esta por recuperar. En el año 2016 ha creado unos 1.000 puestos de trabajo pero todavía esta muy lejos de las cifras de 2005 o 2006.

La automoción es un buen termómetro de la economía gallega y nacional. Los datos, según CEAGA,  nos indican que el sector representa el 14% del PIB de Galicia y a lo largo del año 2016 generó unos 750 puestos de trabajo nuevos en Galicia. La verdad es que la cifra es modesta, a la espera  de la llegada del maná de la fabricación de los nuevos modelos de PSA Vigo.  Actualmente, la fábrica muestra uno de los niveles más bajos de empleados desde el año de su apertura y muy lejos de los más de 10.000 que llegó a tener en el año 2007. A ello, debemos sumar, las fugas de inversión y de empleo del sector al otro lado de la “raia”. 

OTRAS ACTIVIDADES

El sector agroindustrial muestra mejores perspectivas, ya no solo de crecimiento de producción si no también en la creación de empleos.  Se puede afirmar que el complejo agroindustrial gallego está saliendo reforzado de la crisis económica hasta alcanzar la cifra de más de 6.500 millones de valor añadido bruto, un dato que permite superar al sector de automoción del ránking industrial gallego. La verdad es que el gremio aguantó mejor la crisis que otros industriales, ya que su pérdida de ventas se redujo en menor cuantía que la media de la industria nacional. Pero a pesar de ser una de las actividades más resistentes de la economía gallega y de mostrar una fuerte expansión en ventas nacionales y sobre todo internacionales, no ha alcanzado la cifra de cerca 20.000 empleos del año 2014 (año histórico en el ránking de empleo de la agroindustria). Actualmente la cifra ronda los 17.000 ocupados, eso sí, con cifras constantes de aumento de empleados a lo largo del 2016 y 2017 siendo motor del empleo industrial gallego actualmente. 

El textil, otro grande de los sectores gallegos, muestra un fuerte crecimiento de la industria en ventas internacionales superando ya a la automoción en el ránking gallego. Representa un 10% de la economía de Galicia y en crecimiento. En este caso el pero son dos: las cifras se concentran en una empresa que quizá conozcan, una tal Inditex, y en segundo lugar, que a pesar de ser un sector con más de 500 empresas y más de 22.500 millones en facturación (año 2016), la creación de empleo se ralentiza por la presión del vecino portugués. Ya alcanza unos 40.000 empleos entre directos e indirectos, de los cuales unos 30.000 dependen del grupo dirigido por Pablo Isla. 

Por lo tanto, a pesar de la recuperación en venta y del éxito de la internacionalización del gran y del mediano tejido industrial gallego, las cifras del paro todavía no son  capaces de disminuir al mismo ritmo  que el nivel de ventas y de beneficios de las empresas. A ritmo actual hasta los albores del año 2020, no se alcanzaran tasas de empleo de a jornada completa de antes de la crisis. 

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