La CEOE aboga por construir casas. ¿Y después de que se construyan, qué? ¿Las derribamos?
RESCATE AL SECTOR DE LA CONSTRUCCIÓN
Las asociaciones empresariales fueron creadas para defender las inquietudes y las ideas del mundo de la libre empresa y eso implica ejercer la crítica desde una total independencia de criterio, pero la estructura que sostiene a la Confederación Española de Organizaciones Empresariales está anquilosada y responde a tiempos ya superados. La CEOE acaba de publicar el informe «El sector inmobiliario: propuesta para la recuperación» en el que recomienda no posponer la construcción de nuevas viviendas a la espera de que se drene por completo el «stock» de inmuebles sin vender procedentes de la época del «boom». En el documento se fija el objetivo de alcanzar las 150.000 viviendas al año con las que generar 500.000 puestos de trabajo para así situar al sector en las ratios de los países del entorno.
Entre la batería de medidas la patronal reclama una revisión profunda de los marcos regulatorios, un tratamiento fiscal más beneficioso en el caso de la vivienda donde las cargas tributarias representan el 25 % de su precio final y el fomento de líneas de financiación alternativas a la banca para las promotoras por medio de instrumentos como el crowdfunding, la financiación a través de un fideicomiso, captar capitales en los mercados bursátiles y también la liberalización de parte del suelo destinado a vivienda protegida y su adaptación a la realidad de la demanda actual. Pero el país tiene en la actualidad alrededor de 3,4 millones de viviendas vacías, por lo que pese a que la mayor parte de ellas se localizan en nuevos desarrollos residenciales de difícil ubicación y en áreas deterioradas de muchos centros urbanos, cabría pensar que este fenómeno es fruto de un contexto con un peso excesivo del sector inmobiliario en la economía, también en el seno de la CEOE y en la financiación de las administraciones, y que apuesta, no por la innovación, considerada como uno de los factores básicos de desarrollo en los países avanzados ,sino por construir casas. ¿Y después de que se construyan qué? ¿las derribamos?.
UN NOBEL A LA INVESTIGACIÓN SOBRE LA COORDINACIÓN MICROECONÓMICA EN LOS MERCADOS
El británico Oliver Hart y el finlandés Bengt Holmström han sido galardonados con el premio Nobel de Economía 2016 por sus contribuciones a la teoría de los contratos que explica cómo estas herramientas ayudan a la gente a gestionar conflictos de intereses.“Un trabajo que introduce las bases intelectuales para diseñar políticas e instituciones en muchas áreas, desde legislación sobre bancarrotas a constituciones políticas”, aseveró la Real Academia Sueca de las Ciencias al anunciar el galardón, dotado con 8 millones de coronas suecas. Hart es profesor de Economía en la Universidad de Harvard, mientras que Holmström da clases de Economía y Gestión en el Instituto Tecnológico de Massachusetts y ha sido miembro del directorio de la empresa finlandesa de telefonía Nokia. Pese a que el tema de estudio de los premiados no es a priori tan prestigioso como las grandes cuestiones acerca del crecimiento, el desempleo o la pobreza, ambos tienen el mérito de aportar los instrumentos para analizar la división de poder en las relaciones económicas haciendo incidencia en los contratos; y ya no solamente en los términos financieros de los acuerdos, sino también sobre la prestación de los derechos de control y de los derechos de propiedad fundamentales en un sistema de mercado.
Como no. Las aportaciones de los economistas aportan luz a interrogantes tales como si los suministradores de servicios públicos como escuelas, hospitales o prisiones, deben pertenecer al sector público o al privado, o si los CEO de cualquier organización deben recibir un salario fijo o indexado a sus resultados y en qué medida los directivos de empresas deben ser remunerados a través de primas o de stock-options. En estos ámbitos incentivan a instrumentar contratos a factores de control ligados a los individuos, de forma que no dependan de la buena o mala marcha de la economía que empuja a una ineficiencia en el desempeño individual en función del ciclo, sino de cuanto suben o bajan respecto a los contratos de la competencia, como soporte de valoración de ese esfuerzo individual que generan acuerdos eficientes para las partes.
RECORTES
En la semana, De Guindos admitió que el nuevo Gobierno tendrá que hacer recortes por 5.000 millones de euros porque hay margen aún para la eficiencia; y todo eso... ciertamente no incluye las subvenciones al mundo de la llamada fiesta nacional, la falta de impuestos a la iglesia, la bajada de sueldos correspondientes al gobierno, la bajada de retribuciones a la casa real, la incompatibilidad de tener varios cargos políticos con sus respectivos sueldos, la eliminación de un senado que no sirve para nada o la reducción del número de parlamentarios.
