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Ser empleado público vuelve a despertar interés

photo_camera Una sala de un edificio de la Administración Pública.

Desde los 20.068 funcionarios que había en Ourense a comienzos del 2009 se ha pasado a 18.114 contabilizados a mediados del 2014

Ourense esculpió a fuego su fama de ser una provincia de funcionarios, lo cual es un lastre profundamente injusto. El peso de la industria no es determinante en el tejido productivo provincial, pero no más que en otras provincias de su tamaño y la presencia de empleados públicos tampoco excede proporcionalmente al que pueda haber en otros territorios. La fama de Ourense está relacionada más con la preparación de oposiciones que por la promoción de funcionarios. Es cierto que las empresas encargadas de la formación para superar los procesos selectivos han tenido su época dorada años atrás gracias al alto porcentaje de aprobados en los concursos, pero eso es el pasado. ¿La razón? Muy sencilla: la crisis ha obligado a las administraciones públicas a recortar el acceso a la función pública, incluso ha suprimido sociedades de capital público cuyos trabajadores cobraban con cargo a presupuestos públicos. Apenas se han mantenido estos años la tasa de reposición en algunas profesiones, sobre todo enseñanza o cuerpos de seguridad.

Hace unos días el presidente de la Xunta, Alberto Núñez anunció la mayor oferta de empleo público de Galicia desde el año 2009 y que alcanzará las 1.163 plazas. Eso ha supuesto que los eventuales aspirante a participar en las oposiciones se hayan movilizado ya. "Tenemos el doble o el triple de peticiones de información que el año pasado", percibe Eugenia Cuiñas, de Cefiasa Centro Adams, empresa especialista en la preparación de oposiciones.

De las 1.163 nuevas plazas anunciadas por la Xunta, 446 se reservan para docencia, 344 corresponderán a personal sanitario y 373 se adscribirán a los servicios administrativos de la propia institución autonómica. En realidad, la creación de estas plazas está anunciada, pero todavía no ha sido publicada en el Diario Oficial de Galicia, una circunstancia que en el mejor de los casos podría producirse a partir de marzo. En el caso de las plazas que se han reservado para el Sergas (sobre todo facultativos y enfermeras) tal vez el proceso selectivo no se produzca hasta el año que viene porque todavía el 31 de enero se cerró el plazo para la presentación de instancias para participar en las oposiciones al sistema sanitario gallego y la oferta de empleo público es la del 2013.

Por lo que respecta a las 373 plazas ofertadas para los servicios administrativos de la Xunta, 265 serán para el turno libre y 108 para la promoción interna. En el turno libre salen plazas para profesiones como inspectores de fraude fiscal, asesoría jurídica, servicio de guardacostas, enseñanzas náuticas, inspección urbanística y agentes ambientales. Por lo tanto se trata de actividades de alta cualificación, con lo que se estima que serán pocas las plazas para cubrir servicios auxiliares o administrativos.

Además de la Xunta, otras comunidades autónomas están preparando su oferta de empleo público para este año, que podría salir antes del mes de abril, lo que también podría movilizar a decenas de aspirantes ourensanos, dispuestos a marcharse a otras comunidades autónomas con el fin de conseguir un empleo. Por su parte, la administración central del Estado también parece que abandona la máxima restricción impuesta en los últimos años para sacar su oferta de empleo público. Es más, el Gobierno también autoriza ya a las comunidades autónomas cubrir el 50% de la tasa de reposición, una circunstancia que no se producía en los últimos ejercicios.

En fuerzas y cuerpos de seguridad se ve con claridad que se empiezan a relajar los criterio impuestos en los últimos ejercicios y se cubrirán 1.200 plazas de Policía Nacional, mientras que el pasado año únicamente se convocaron 250 puestos de trabajo. En Administración de Justicia este será el primer año en el que se convoquen plazas desde el año 2011.

El sueldo público

Con este escenario parece que se recupera el interés por ser empleado público ya que las administraciones parece que podrían reforzar sus plantillas, aunque de forma muy pausada, lejos de la convocatoria masiva que se hacía en los años anteriores a la crisis. Es más, la administración local sigue en estos momentos sin abrir procesos de oposición.

Los aspirantes sopesan ya las plazas que hay para intentar formar parte de la administración, una costumbre muy ligada a Ourense. Eugenia Cuiñas reconoce que los opositores empiezan a tomar interés por las plazas ofertadas y por la posibilidad de ser empleado público. Es más, afirma que "ahora la gente lo tiene aún más claro que antes porque vieron con la crisis que muchas empresas privadas han cerrado, que hubo muchos despidos y por lo menos el empleado público sigue estando ahí y eso es una garantía". Recuerda también que "los funcionarios, pese a que se les han recortado derechos o se les ha bajado el sueldo, han mantenido su puesto de trabajo y no todos pueden decir lo mismo en la empresa privada.

Por lo tanto, decenas de ourensanos parece que renuevan sus apuestas por ser empleados de la administración, aunque ello comporte un traslado a otra provincia.

Según el registro de personal al servicio de las administraciones públicas, a comienzos del año 2009 había en Ourense 20.068 empleados públicos, de los que 2.839 estaban adscritos a la Administración Central del Estado, 11.428 eran de la Xunta, 5.631 estaban en la administración local y 170 en la Universidad. Sin embargo, esas cifras cayeron de forma sustancial hasta el punto que a mediados del 2014 estaban en nómina pública 18.114 ourensanos, de los que 2.686 eran trabajadores del Estado, 10.888 de la Xunta, 4.090 de los Concellos y 45o de la Universidad.

A juzgar por los últimos datos, parece ser que la actividad laboral en la Administración podría remontar el vuelo, aunque de forma muy pausada.

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