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Software a la carta

SAAS diagram
photo_camera Una mano sosteniendo equipos informáticos.

Hoy en día todos los negocios dependen de la informática en mayor o menor medida, ya sea para gestionar la contabilidad, compras y ventas o para gestionar procesos más complicados como stockage o materiales y campañas de comunicación.

Hoy en día todos los negocios dependen de la informática en mayor o menor medida, ya sea para gestionar la contabilidad, compras y ventas o para gestionar procesos más complicados como stockage o materiales y campañas de comunicación.
El SaaS (Software as a Service - conocido coloquialmente como software en la nube) se define como un modelo de implantación de software mediante el cual un proveedor concede a sus clientes una licencia para utilizar un servicio a la carta. En su configuración más habitual, los proveedores de software SaaS alojan la aplicación en sus propios servidores web, a los que los usuarios suscritos al servicio acceden normalmente mediante un navegador de Internet. En la práctica esto significa que pagando una cuota mensual se dispone de la licencia de la aplicación y de todos los servicios que suelen tener las grandes compañías que invierten elevadas cantidades en informática: copias de respaldo, asistencia técnica, gestores de documentación multi-usuario, acceso al sistema en movilidad, etc.


La empresa proveedora TIC se ocupa del servicio de mantenimiento, de la operación diaria y del soporte del software usado por el cliente. De forma regular el software puede ser consultado en cualquier ordenador, se encuentre o no presente en la empresa.
Son varias las razones por las que el modelo SaaS resulta muy ventajoso tanto para empresas como para particulares:
No tiene costes adicionales de hardware: la potencia de procesamiento necesaria para hacer funcionar las aplicaciones la proporciona el proveedor de la infraestructura cloud. No tiene costes de alta: las aplicaciones están listas para utilizarlas desde el momento en que el usuario se suscribe a ellas. Se paga sólo por lo que se utiliza: si un elemento de software sólo se va a necesitar durante un período limitado, se puede pagar únicamente durante ese período, y generalmente las suscripciones pueden cancelarse en cualquier momento. El uso del servicio es escalable: si un usuario decide que necesita más espacio de almacenamiento o contratar servicios adicionales, puede acceder a esos servicios a demanda sin tener que instalar más hardware o software. Las actualizaciones son automáticas: cada vez que existe una actualización, queda disponible on line de forma inmediata para los usuarios.

Compatibilidad entre dispositivos: para acceder a las aplicaciones SaaS puede utilizarse cualquier dispositivo con conexión a Internet, lo que las hace idóneas para quienes utilizan diferentes dispositivos. Accesible desde cualquier lugar: la aplicación puede ser accesible para cualquiera que tenga un dispositivo con capacidad de conexión a Internet. Las aplicaciones pueden personalizarse y asociarse a la imagen corporativa del proveedor.


Por lo tanto, el SaaS implica proporcionar conjuntamente los medios, los servicios y la experiencia que permiten a las empresas externalizar completamente algún aspecto de su sistema informático y asimilarlo como un coste operativo en lugar de como una inversión. De esta manera, el SaaS está permitiendo que muchos profesionales independientes autónomos y pequeñas empresas puedan acceder a soluciones  muy completas y a unas prestaciones que antes quedaban fuera de su alcance y que ahora resultan viables económicamente, accesibles 24 horas y mucho más seguras.

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