CON PRIMA DE RIESGO

El tío Sam y su poder de influencia sobre nuestras vidas cotidianas

EEUU

Estados Unidos, país de profundos contrastes, está presente en la mayoría de las grandes decisiones 

El Tío Sam (Uncle Sam) es la personificación nacional de los Estados Unidos y, específicamente, del gobierno estadounidense. Habitualmente se representa como un hombre mayor, de semblante amargo, cano, con barba y vestido con ropa que se asemeja a la bandera de los Estados Unidos.

Esta semana el pueblo americano ha elegido a Donald Trump, quien debe dirigir al Tío Sam, o lo que lo mismo, el estado más poderoso del mundo, según los propios americanos. Una nación que ha llegado a ese estatus mediante la estrategia de la triple superioridad, la económica, la política y la militar. Y que ha tenido como punta de lanza invasora su capacidad de generar productos culturales propios y que se han convertido en modo de vida para muchos habitantes del resto del mundo.  

Todos hemos crecido y seguimos caminando por la vida de la mano de sus referencias culturales. Vean la cartelera de cine, la música que escuchan, la programación del canal de televisión que visualizan, o los libros que ustedes leen habitualmente o simplemente piensen en algún modelo de restaurante en que todos hemos estado alguna vez.

INFLUENCIAS

El poder americano nos ha dejado en nuestras vidas la cultura de la comida “basura”, el cine de “masas” y el arte de convertir todo en un producto consumible y empaquetable. Pero al césar lo que es del césar. Al mismo tiempo estamos hablando de una sociedad creada por emigrantes (pregunten en Celanova), que han creado un país acogedor y donde, durante décadas, se ha facilitado el sueño americano. 

Estamos hablando de un país donde existen de forma clara la escalera del éxito, es decir que desde abajo puedes llegar a dirigir una empresa o a ser propietario de la misma o de cientos de empresas, véase a un tal Donald Trump, ya presidente de los Estados Unidos. Mérito que pocos países, incluido el nuestro, puede abanderar y menos tras esta crisis.

Sin duda es un país poderoso desde el punto de vista económico. De las 100 mayores cotizadas en bolsa del mundo,  43 son americanas, frente a solo 14 europeas, dos de ellas españolas.  Pero la mayor envidia que me causan es su capacidad para innovar. Las empresas y universidades americanas atesoran cerca de 2.000.000 millones de patentes frente a las poco más de 166.000 de España. Éxito que se basa en apostar por el talento de aquellos que pueden crear algo nuevo. Un dato: España, dos nobel científicos; solo el MIT (Instituto Tecnológico de Massachusetts) americano, 78 nóbeles científicos. 

Además, si nos paramos a reflexionar, una parte importante de la tecnología que usamos a día de hoy en nuestras cocinas, coches o televisores proceden solo de la carrera espacial americana, ya que la NASA además de llevar al hombre a la luna es la protagonista de inventar los asientos acolchados con inteligencia, de inventar las lunas resistentes, los aislantes de zapatos, o la pasta de dientes digerible, ¡gran invento!

CONTRASTES

Sin duda los americanos han dejado huella en nuestras vidas, sus grandes empresas comparten espacio en todos los ámbitos de nuestra existencia. Caso de cómo nos comunicamos, como nos movemos por el mundo, como almacenamos la información, etcétera. Pero como todo imperio, y así nos enseña la historia, tiene un lado oscuro y habitualmente con consecuencias horribles. ¿Se imaginan pasear por su barrio o ir a comprar el pan con una pistola a la cintura? Verdad que no, pues los americanos lo han convertido en derecho fundamental, a la altura del derecho a la vida, ¿irónico verdad? ¿Se imaginan que para tomar las grandes decisiones del futuro de los ciudadanos se deba preguntar a empresas o grupos de interés, también conocidos como lobbys? ¿No, verdad? Pues ojo, que sepan que la Unión Europea pretende copiar este modelo.

Pero volviendo a América, ¿se pueden imaginar un país donde si sus hijos van a un colegio público su futuro está condicionado, o que cuando va al médico la tarjeta que  piden sea la de crédito? En fin, la verdad es que América es un gran país plagado de grandes oportunidades y con un potencial económico enorme, siempre en funcionamiento y sobre todo, con el don del marketing, ya que son capaces de vender cualquier cosa al mundo aunque no sea suya: pizza, hamburguesa, café, la estatua de la libertad…

Espero que los americanos nos sigan visitando y comprando nuestros productos y ganando nuestras guerras por el mundo, mientras nosotros sigamos consolidando nuestro estado del bienestar basado en la equidad en la prestación de los servicios principales y de la seguridad ciudadana basada en la acción de la policía y la justicia. Bienvenido, Mister Sam.

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