MARCA OURENSE

El turismo mejora un 11% y retoma su papel de dinamizador económico

El claustro de monasterio de San Clodio, en Leiro, es uno de los atractivos turísticos de la provincia
photo_camera El claustro de monasterio de San Clodio, en Leiro, es uno de los atractivos turísticos de la provincia

Ourense busca su hueco en el competitivo sector turístico, poblado de provincias y zonas que dan lo mejor de sí mismas para captar la atención del visitante.

¿Ha sido este el verano de la recuperación? Sin llegar a ser categóricos, el sector turístico en Ourense analiza con cierta satisfacción la evolución de los últimos meses. Hace unas semanas, cuando aún no se conocían los datos oficiales, José Manuel Rodríguez, gerente del Inorde, aventuraba que el verano sería “espectacular”. El directivo del organismo provincial que asume la promoción del sector se basaba en estimaciones, “pero también en lo que me trasladan los responsables de la hostelería y de los hoteles”. Y los datos vinieron en su ayuda y parece que le dan la razón.

Entre junio y septiembre de este año llegaron a Ourense 119.921 viejeros, según el Instituto Nacional de Estadística (INE), lo que supone una mejoría con respecto a los 109.209 anotados en el mismo periodo del año pasado. Es decir, el crecimiento fue de un 9%. También las pernoctaciones han mejorado, ya que el año pasado se contabilizaron 209.940 frente a las 235.387 de este verano, con lo que el incremento ha sido del 10,9%. Si hacemos un análisis más fino de las cifras de este verano, nos salen conclusiones incluso más determinantes, como el buen comportamiento que ha tenido el mes de septiembre de este año en relación al año pasado.

El último del verano y el que da entrada al otoño ha sido el mes elegido por 29.319 viajeros para programar una estancia en Ourense, cuando el año pasado por la misma fecha la cifra se había quedado en 27.166. Pero también hay un importante crecimiento en el número de pernoctaciones, que pasaron de las 53.953 del pasado septiembre a las 61.581 de septiembre del ejercicio actual, con lo que el incremento ha sido del 12,4%.

Con ello se pone fin a la temporada alta del verano, pero también se encara con optimismo el tramo final de año, aunque con menos tirón turístico. Las conclusiones que se extraen de la época estival permiten observar que en Ourense las cifras del sector, en el trazo grueso, permiten ver que ya estamos en niveles previos a la crisis, con crecimientos estables en julio y agosto de un 11% en relación al año pasado.

A finales de septiembre, y con los datos de agosto aún frescos, representantes del sector se pronunciaban en términos de satisfacción. En declaraciones recogidas por La Región, Ovidio Fernández Ojea, presidente de los empresarios de hostelería, decía que era verdad “que se ha producido un incremento de turistas este año, que ya se intuía el año pasado”. Algunos responsables de hoteles de la ciudad, caso de Alejandro Fernández (Hotel Miño), reconocía que su establecimiento había estado con una ocupación del 90%. Fernández Ojea señalaba que otro de los factores que está incidiendo en la recuperación del sector es que “el termalismo está despertando”.

Los balnearios
Y  a la hora de hablar de termalismo hay que citar necesariamente a Caldaria, empresa que gestiona los establecimientos de Lobios, Arnoia y Laias. Durante el mes de agosto este último balneario mantuvo una ocupación media del 73% y los tres de la empresa cerraron la temporada estival con una media del 65% de habitaciones ocupadas. Este dato, que lo tildan de positivo, se prolongó al mes de septiembre y en momentos puntuales de octubre se llegó al lleno en todos los balnearios, caso del puente del Pilar.

Ha sido fundamental en la mejora de la situación iniciativas como “Ourense, la provincia termal + Renfe”, que ofrece estancias de seis días y cinco noches en los balnearios de la provincia con viaje de ida y vuelta en tren desde unas 30 ciudades españolas. El programa de termalismo social, impulsado por la Diputación, también ha puesto de su parte para que la afluencia a los balnearios se haya incrementado.

De hecho, Caldaria ha revisado sus planes de cierre por las perspectivas de mejora en las reservas para los próximos meses. Lobios y Arnoia suelen cerrar sus puertas en temporada invernal desde noviembre, pero el primero pospone la suspensión de su actividad hasta el 9 de diciembre y el segundo, hasta el 20 de diciembre. Caldaria está sumida en un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que finaliza a mediados de marzo y fuentes de la empresa confían en que el 2016 sea el del equilibrio presupuestario y afrontar a continuación una fase más expansiva.
Los buenos datos también se trasladan a otro tipo de actividades relacionadas con el turismo. El parador de Santo Estevo cerró en verano con una notable afluencia de público y ha encontrado también la organización de ceremonias y diversos eventos sociales uno de sus puntales económicos.

Ocupación media
Sin embargo, uno de los lastres que sigue arrastrando el sector en la provincia es la ocupación y estancia media. Por lo que respecta al primero de los indicadores, lo habitual es que el INE marque un tercio de habitaciones reservadas y en cuanto a la estancia, a salvo del mes de agosto, que superar ligeramente los dos días, lo habitual es que los viajeros pasen menos de dos días en Ourense. Nuevamente el perfil de público que decide pasar unos días en la provincia proviene de las comunidades limítrofes y de Madrid, fundamentalmente.

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