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Viva la madre que te parió

pregnant business woman in the office
photo_camera Mujer joven embarazada y emprendedora.

¿Eres capaz de imaginarte ese momento en el que una mujer decide dar el paso de “emprender” y crear una familia?

Querido emprendedor, querida emprendedora, quizás estás en ese momento en el que estás dando vueltas a la cabeza a si montas tu negocio y abres tu empresa o si sigues esperando un poco más porque no te ves con la preparación suficiente como para hacerlo. ¿Eres capaz de imaginarte ese momento en el que una mujer decide dar el paso de “emprender” y crear una familia? ¿Eres capaz de imaginar la cantidad de dudas que pueden surgir en cada mujer antes de tomar esa decisión?


De hecho, quizás estás pensando si el abrir tu empresa, en el fondo, no va a ser más que complicarte la vida con lo fácil que lo tienes ahora. Porque, al final, abrir una empresa supone arriesgarse a no cobrar una nómina, a tener que luchar día a día por conseguir algo de beneficio y dar rentabilidad a lo que invertiste. ¿Eres capaz de imaginar todas aquellas cosas a las que una mujer puede que renuncie por disfrutar de su maternidad? ¿Eres capaz de ponerte en su piel y entender que probablemente su vida, una vez sea madre, será bastante más complicada de lo que era hasta el presente momento en el que no tenía esa responsabilidad?


Es más, puede que estés dando vueltas a tu situación económica, a si quizás no sería bueno ahorrar un poco más y pensando que si las cosas salen mal, que si los objetivos que te estás planteando no los alcanzas, tu libertad financiera puede verse comprometida y tener que depender de préstamos, créditos y ayudas externas. ¿Eres capaz de ponerte en la piel de una mujer que decide ser madre, que sabe que hoy en día ya va muy justa con su economía y que, a pesar de todo, decide ser valiente, decide ser generosa y afrontar ese hermoso reto que tiene por delante?


Y déjame que te diga otra cosa más: una vez que abras tu empresa, tu vida, o una parte de tu vida, estará al servicio de ese proyecto empresarial, de tal manera que te absorberá tu tiempo, tus energías, tus emociones, tus ilusiones, sobre todo al principio, porque tendrás muchos errores propios de tu condición de persona inexperta en gestión y explotación de negocios. ¿Eres capaz de imaginar lo que un hijo puede llegar a condicionar la vida de una madre, tanto en horarios como en preocupaciones? ¿Eres capaz de imaginar a todo lo que puede llegar a renunciar una mujer por su maternidad? ¿Eres capaz de imaginar cómo una madre va aprendiendo sobre su maternidad a base de ensayos y errores?


Porque además, estimado emprendedor, estimada emprendedora, ¿qué empresa no ha tenido serios problemas de subsistencia a lo largo de su historia? He de decirte que, tarde o temprano, los problemas acuden a tu negocio y tienes que reinventarte, y ser fuerte y afrontar esas nuevas realidades de otra manera distinta a como lo has hecho hasta ese momento. ¿Eres capaz de imaginar el cómo una madre afronta esas primeras desilusiones, grandes o pequeñas, derivadas de su maternidad? ¿Eres capaz de empatizar con sus dudas y sus incertidumbres?


¿Y qué tal si te atreves a imaginar que tu empresa va bien, que funciona, que lo que habías soñado se cumple? ¿Qué te parece si te posicionas en una situación de éxito en la que tras haber luchado, tras haber sufrido, tras haberte caído y levantado muchas veces, resulta que los objetivos y las metas se van cumpliendo poco a poco? ¿E incluso, no da cierto vértigo ver que incluso puede que superes esas expectativas que te habías marcado un buen día? ¿Eres capaz de imaginar el orgullo de una madre al ver cómo ese “proyecto”, ese hijo, esa hija va cumpliendo con todas las etapas de su vida y superando los obstáculos que le van a apareciendo en su vida? ¿Eres capaz de ponerte en la piel de esa madre que ve, con satisfacción los triunfos y éxitos de su hijo?


Hoy me parecía un fantástico día para hacer una analogía entre lo que puede sentir cualquier persona al iniciar un proyecto empresarial y una mujer cuando se plantea la posibilidad de ser madre. Por supuesto, todo lo que he escrito considero que también es aplicable a la figura del padre, pero hoy me apetecía realizar un pequeño homenaje a todas aquellas madres que se desviven por sus hijos. Así que solo me queda mandar una felicitación muy especial a todas aquellas mujeres que son madres y que vivís vuestra maternidad con una dedicación encomiable.


Y a ti, si después de leer este texto, aún sigues con la idea de emprender y montar tu empresa, si eres uno de esos locos que quieren luchar por sus sueños, solo me queda decirte ¡¡¡Viva la madre que te parió!!!

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