El fin del verano es para muchos el regreso a la rutina. Atrás quedan las vacaciones y los días de comidas en fiestas. Con la llegada de septiembre, los gimnasios viven su segunda época de mayor número de matriculados, por detrás del mes de enero. "En septiembre y octubre contamos con el 38% del total de nuestros matriculados en todo el año", explica Ricardo Rivera, director de las instalaciones deportivas de AQA Ourense.
Tras terminar el periodo de descanso que supone el verano, los usuarios de los centros deportivos retoman sus actividades físicas a partir del mes de septiembre. "A pesar de que en nuestro gimnasio orientamos a un tratamiento más personal, contamos con un límite de plazas que se mueve al margen de oleadas, pero septiembre y enero son las épocas de más matriculaciones", señala el gerente del gimnasio Marbel, Daniel Montero.
Todos coinciden en que este es un periodo importante dentro del sector. "Es una situación que creo que se da en todos los centros deportivos, se regresa a los hábitos y aumentan los matriculados", comenta el director de BeOne Ourense, Saúl Álvarez. Los horarios y el tiempo de invierno establecen que más usuarios se decidan por los centros deportivos. "En verano se prefieren las actividades al aire libre, frente a estar dentro de las instalaciones", comenta Daniel Montero.
Los perfiles de los usuarios son cada vez más variados en estos centros deportivos, marcando muchas de sus rutinas en esta oleada de inscripciones. "En nosotros influyen mucho las altas entre los universitarios que comienzan el curso, muchos de ellos lo dejaron en junio y ahora regresan", apunta Ricardo Rivera, que señala que "también hay otro tiempo de altas como los abonos familiares para incluir a niños en actividades deportivas".
Para Daniel Montero es más un cambio en la mentalidad, dado que ahora las personas son más conscientes de los beneficios del ejercicio físico. "El perfil habitual es el adulto de 30 a 50 años, pero también tenemos jóvenes, niños y mayores". Sobre los más pequeños, el gerente de Marbel afirma: "Los padres son conscientes de los problemas de obesidad y los anotan para que hagan actividades físicas".
