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Alex Txikon: "La cumbre solo es parte del camino"

Alex Txikon, fotografiado en su ascensión de 2016 al Nanga Parbat.
photo_camera Alex Txikon, fotografiado en su ascensión de 2016 al Nanga Parbat.
El alpinista vizcaíno, que formó parte de la primera invernal al Nanga Parbat, es el invitado del Foro La Región

Disfrutar de la montaña, "sentirse a gusto en ella, con ella y con sus gentes", así como regresar sano del viaje por la naturaleza que supone una expedición. La cumbre, sí, es importante, pero "solo es parte del camino". Podría considerarse la descripción y el pensamiento de un segundón, de un perdedor o de un bohemio de la montaña, pero a quien se refiere y quien lo afirma es uno de los alpinistas que ha inscrito su nombre en 2016 en la primera invernal al Nanga Parbat, la novena más alta del mundo y la penúltima por superar en la estación más difícil. 

De nombre Alex, de apellido Txikon, el alpinista vizcaíno es el invitado esta tarde en el Foro La Región. "Nanga Parbat: la montaña desnuda" es el título del documental que se emitirá a los asistentes a la actividad, con tertulia posterior con el protagonista. Habrá un doble pase, el primero a las 17:30 horas y el segundo a partir de las 19:45, aunque el aforo ya está completo en ambos casos.

"La montaña es donde nos sentimos a gusto, donde nos lo pasamos bien, aunque a veces toca sufrir"

Cinco fueron las expediciones invernales infructuosas con Txikon como protagonista, pero la sexta significó entrar en la historia del alpinismo. "La montaña es el sitio donde nos sentimos a gusto, donde vamos a desconectar y a pasárnoslo bien, aunque a veces también toca sufrir. Es cierto, hubo cinco ascensiones invernales sin cumbre, pero la cumbre solo es el camino, la cumbre nunca es lo más importante. Motiva el seguir intentándolo, nadie dijo que hacer cumbre en invierno en el Nanga Parbat iba a ser fácil, si así fuera ya lo habrían logrado otros antes. En todo caso, la nuestra es la primera generación tras la de Juanito Oiarzabal, Edurne Pasabán y Alberto Iñurrategi que se ha dado cuenta que los 14 ochomiles no son lo importante", afirma Txikon. 

Segundón, para nada, aunque sí prefiere estar en un segundo plano. Sabe que ha entrado en la historia del alpinismo pero huye de las vanaglorias. "Es cierto, llegas al gran público y la gente te conoce, pero al hacer esa cumbre he sentido lo mismo que en las demás expediciones, no he sentido nada especial ni diferente", añade.

Y puntualiza: "Aquella expedición de 2016 significó un antes y un después, pero no por el hecho histórico del éxito logrado sino porque te das cuenta de la unión duradera con el pueblo balti, la deuda perpetua con todos los pueblos en la falda de esa montaña, por ello parte de la recaudación de la película, del libro y otras acciones que se desarrollarán repercutirán directamente en ellos".

Sacrificio, renuncia... montaña

Asegura Alex Txikon que "si la cumbre es lo único importante para ti llegarás a equivocarte. El peor enemigo de un alpinista es el ego y el mejor amigo de la prudencia es el miedo. La cumbre no es lo secundario para nosotros, debe ser lo último, y por eso Tamara (Lunger, una alpinista italiana que formaba parte de la expedición de 2016 que renunció a hacer cumbre a 70 metros de la cima porque consideró que ponía en riesgo su vida y la de la expedición si lo intentaba) se dio media vuelta. La montaña nos satisface tanto que siempre seguimos intentándolo", finaliza.

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