El Foro La Región celebró ayer una velada muy especial, con el título “Barreiros, el motor humano”, en el que se rememoró la figura del célebre empresario ourensano de la mano de su hija Mariluz Barreiros, antiguos compañeros laborales y personas que tuvieron la ocasión de conocerlo, además de otros estudiosos que investigaron su legado en profundidad.
El evento contó con un total de siete oradores, moderados por el profesor de Historia Económica en la Universidad Complutense de Madrid, Manuel Santos. La clausura corrió a cargo de Mariluz Barreiros, hija del conocido como “Henry Ford gallego” y presidenta de la Fundación Barreiros.
El primero en tomar la palabra fue el guionista y productor del documental “Barreiros Motor Humano”, Juan Díaz Avendaño, quien contó que su flechazo con el emprendedor ourensano comenzó desde la infancia, en la que conoció los camiones Barreiros, y siguió hasta llevar su vida y obra a la gran pantalla a través del documental.
Acto seguido fue el turno para Juan Gayá, exdirector de Desarrollo de Motores y Grupos Motrices en Barreiros Diésel, y para Juan Cid, de Talleres Arce, donde estuvo empleado Barreiros en su juventud. Los tres oradores relataron de primera mano los hitos más conocidos del hombre que cambió la automoción española, y otros detalles no tan conocidos de su vida personal. Cid destacó su “generosidad” como persona, ya que ambos compartieron muchos pasajes de su vida, mientras que Gayá se centró en las innovaciones que realizaron sobre los motores de la época.
La segunda mesa estuvo protagonizada por varios expertos en el mundo de la automoción, como Manuel Lage, Pablo Gimeno y Alfonso Vázquez, presidente del Club Barreirista de Galicia. Todos ellos subrayaron la pericia de Barreiros, de quien destacaron que “no solo transformaba motores”, ya que su labor iba mucho más allá, puesto que desmontaba motores ya existentes para crear, a partir de esas piezas, otros nuevos con muchas diferencias en su funcionamiento. “Los pimeros camiones con marca Barreiros eran chasis Hispano-Suiza reconvertidos por Barreiros”, manifestó Lage.
Pablo Gimeno puso el foco sobre otras facetas de su vida profesional, que además de la automoción, donde más destacó, contó con otras actividades como la construcción o la ganadería. De estos procesos destacó que llegó también a ser de los mejores del país, ya que siempre conseguía triunfar en aquello que se proponía, aunque finalmente siempre regresaba a su gran pasión: el motor.
La última en intervenir fue la hija del emprendedor, Mariluz Barreiros, quien relató momentos de su infancia y algunos recuerdos de sus padres. Del hombre que revolucionó la automoción resaltó “su pasión por el trabajo”, que exhibió desde bien joven, iniciando una trayectoria que quedará para el recuerdo, en la que nunca dejó de lado “su humanidad y bondad infinita”. “Fue el germen del sector de la automoción que terminaría siendo tan importante para nuestro país, fue un visionario”, concluyó.
Juan Cid: “Era generoso, siempre estaba cuando se le necesitaba”
Juan Cid, de Talleres Arce, donde estuvo empleado Barreiros, rememoró los primeros años del protagonista de la jornada. A Barreiros lo definió como “alguien generoso que siempre estaba cuando se le necesitaba”, y es que Cid pudo conocer en profundidad su vertiente humana, además de la profesional, ya que compartieron muchos momentos juntos. También contó cómo surgió la relación entre el empresario y los motores, una fascinación que manifestó desde niño y que lo acompañaría toda su vida.
Juan Gayá: “Desarrollamos un motor para taxis que fue muy barato”
Juan Gayá fue director de Desarrollo de Motores y Grupos Motrices en Barreiros Diésel, y con su relato descubrió algunos de los detalles del que fuera su compañero de trabajo. Gayá habló sobre uno de los motores que desarrolló en su etapa profesional, diseñado para los taxis de la época. “El proyecto tuvo un coste muy barato, lo malo es que por cada motor que se fabricaba había que pagar un royaltie que era más caro”, aseguró, y agregó que tuvieron problemas al principio relacionados con la potencia del motor.
Alfonso Vázquez: “Fue el mayor empresario ourensano de toda la historia”
El presidente del Club Barreirista de Galicia, Alfonso Vázquez, afirmó que Eduardo Barreiros fue “el mayor empresario ourensano de todos los tiempos”. “Como hijo de empresario ourensano que soy, en el taller de mi padre siempre se escuchan historias sobre Eduadro Barreiros, su obra, su trabajo y productos”, explicó, y añadió que todas estas palabras “eran buenas”, ya que todos los ourensanos apoyaban, con orgullo, y seguían de primera mano sus logros. “Toda mi vida ha estado ligada al apellido Barreiros”, manifestó el fundador del club, que se encarga de mantener vivo su legado.
Juan Díaz: “Tener esa visión es magnífico, hace falta gente con ese aplomo”
El guionista y productor del documental “Barreiros Motor Humano”, Juan Díaz Avendaño, afirmó sobre la figura del emprendedor ourensano que “atesoraba valores que hoy en día no estamos acostumbrados a ver, como son la pasión, la dedicación y el esfuerzo”. El cineasta relató cómo conoció de pequeño los camiones Barreiros, que dejaron una marca en su memoria, y años más tarde profundizó en su legado. “Tener esa visión es algo magnífico”, detalló, y agregó que “hace falta gente con ese aplomo”. También destacó que “él competía contra Pegaso, la fábrica del Estado”.
Manuel Santos: “Se rodeó de gente con una brillantez digna de destacar”
La jornada contó también con la presencia del profesor de Historia Económica de la Universidad Complutense de Madrid, Manuel Santos, quien ejerció como moderador. Durante sus intervenciones destacó la importancia de los orígenes de Barreiros en su posterior carrera profesional, en la que “se rodeó de gente con una brillantez digna de destacar”. Asimismo, resaltó el hecho de que, con menos recursos que otros, consiguieran en la empresa Barreiros Diésel “el desarrollo de un motor contactando con las empresas de prestigio internacionales y con el apoyo de los mejores ingenieros”.
Manuel Lage: “Era pragmático con los problemas y buscaba soluciones”
El doctor ingeniero industrial e historiador del motor Manuel Lage hizo un repaso de las grandes proezas que protagonizó Barreiros, de quien destacó “el pragmatismo con el que abarcaba los problemas y buscaba soluciones”, algo que facilitó mucho su camino de éxito. También señaló “su visión de amplio espectro, porque Barreiros desarrolló y tocó todo tipo de motores: diésel, de dos tiempos, de cuatro y de todo tipo de cilindros”, recordó. Lage detalló cómo el emprendedor “desmontaba todas las piezas de los motores para desarrollar uno nuevo”, lo que requería gran conocimiento.
Pablo Gimeno: “Fue uno de los grandes constructores de obra pública”
El escritor y periodista Pablo Gimeno, quien también es doctor en Derecho, afirmó que “tiene mérito ver las oportunidades, pero más mérito tiene aprovecharlas”. También relató una parte menos conocida de su trayectoria, en la que se adentró en el mundo del urbanismo, y recordó que llegó a ser también “uno de los grandes constructores de obra pública de España, aunque a él lo que le iba eran los motores”. De su carrera en la automoción recordó que ofrecía “buenos sueldos, muy superiores a la media”, por lo que siempre pudo rodearse de los mejores profesionales.
Mariluz Barreiros: “Siempre hizo patente su condición de ourensano”
El cierre de la jornada corrió a cargo de Mariluz Barreiros, hija del reconocido empresario ourensano, quien inició su intervención recordando cómo su progenitor comenzó a trabajar con solo 11 años, tras lo que se convirtió en “uno de los empresarios más carismáticos de España”.
“Me contaba hace tiempo el presidente del PP, Nuñez Feijóo, que de pequeñito le regalaron un camión Barreiros, y era su juguete favorito”, destacó la protagonista, quien también tuvo palabras para su “querida madre Dori”.
De su padre afirmó que siempre fue un hombre ligado a su tierra, a pesar de que en momentos viviera lejos de ella, unos periodos que trascurrían “con mucha morriña”. El amor por los orígenes también le llegó a Mariluz, quien dedico parte de su discurso a enumerar las bellezas de la provincia ourensana. “Mi padre siempre hizo patente su condición de gallego y ourensano, no solo en España, y llevó a Ourense siempre en su corazón, jamás olvidó sus raíces”, destacó.
Recordó que el primer trabajo de su padre, en un taller, lo marcaría de por vida, y supondría el inicio de una carrera llena de éxitos que tuvo como culmen la transformación de motores de gasolina a diésel. “La primera nave, pequeñita, con siete operarios, en el kilómetro siete de la carretera de Villaverde se llamó ‘Galicia Industrial, como recuerdo a su tierra”, rememoró, y subrayó “su bondad”.
