El alpinista Carlos Soria es el invitado del Foro La Región, desde las 20:15 en Afundación
Es protagonista de hitos en el himalayismo al convertirse en la persona de más edad al hacer cumbre en el K2 a los 65 años, Broad Peak (68), Makalu (69), Gasherbrum I (70), Manaslu (71), Kachenjunga (75) y Annapurna (77 años), pero se conforma con metas mucho más terrenales: "He sido alpinista toda mi vida, desde que a los 14 años tuve mi primer contacto con los montes en La Pedriza (Madrid). No busco récords, si no seguir disfrutando, porque la montaña es mi vida".
El personaje, que participó en las primeras expediciones españolas al Himalaya a comienzos de los años 70 del pasado siglo, es Carlos Soria Fontán, montañero nacido en Ávila hace 80 años, quien solo cuatro meses después de someterse a una operación para colocar una prótesis en la rodilla izquierda (intervención llevada a cabo por el ourensano Dr. Leyes) ya solo piensa en seguir disfrutando de su pasión, nada menos que con una expedición que le llevará a comienzos de abril al Dhaulagiri, otro de los colosos del Himalaya, con 8.167 metros de altitud. "Es uno de los dos ochomiles que me falta por ascender (el otro es el Sisha Pangma) y lo único que me lleve allí, si mi recuperación lo permite, es mi pasión por la montaña".
Esta tarde, desde las 20:15 en la sede Afundación, Carlos Soria es el protagonista del Foro La Región, con la conferencia por título "68 años disfrutando de los montes".
Soria no hace ascos a las expediciones comerciales: "A las cumbres más famosas quiere ir mucha gente. No me meto con la gente que lo hace, porque significa que la montaña tiene un gran interés, y además es una fuente de ingresos importantísima para Nepal. Me meto con la gente que miente, y en el montañismo por desgracia hay mucha. Odio las exageraciones de los que venden como una tragedia una ascensión con ventisca. La montaña es maravillosa, claro que es peligrosa, por supuesto, pero no siempre es algo terrible y al borde de la muerte. Yo llevo en ella 68 años y no he sufrido congelaciones ni percances graves, lo que sí está claro que cada uno en la montaña elige el riesgo que quiere".
Un lugar "para todo el mundo"
Carlos Soria anima a todo el mundo "a conocer la montaña, porque quien no lo haga se pierde algo maravilloso de nuestra naturaleza. No hace falta subir grandes cumbres, ni jugarse la vida en cada salida, o tampoco tener una preparación física o técnica elevada, por supuesto que se necesita tener precaución pero en la montaña hay un lugar para todo el mundo".
