El Centro Cultural Marcos Valcárcel acogió este jueves a las 20,15 horas un nuevo Foro La Región que fue retransmitido a través de la página del periódico, www.laregion.es. En esta ocasión, el protagonista de la conferencia "Amazon, las sombras de un modelo" fue el abogado especialista en derecho civil, mercantil y penal Juan Luis Aguilera, con décadas de trayectoria a sus espaldas. A lo largo de este tiempo, se ha ido especializando en las demandas de pymes contra grandes empresas como ésta. Jorge Vázquez, consejero delegado del grupo Redegal, fue el encargado de presentar al ponente.
Aguilera espera que su charla sirva para "conocer la cara B de un gigante tecnológico. No perderé un solo segundo en decir lo maravilloso que es Amazon para los consumidores, sino que me centraré en cómo es para los distribuidores que venden en su mercado", explicó, definiéndola como la empresa más grande del mundo y a su dueño como el hombre más rico del planeta. "Solo en España, en el año 2020, Amazon facturó 5.500 millones de euros", recordó. "No se había visto nunca una empresa así. Esto es una revolución del comercio. En solo 25 años, el salto ha sido descomunal. Estamos en otra dimensión y ha venido para quedarse. El modelo que presenta Amazon no es algo malo, objetivamente es positivo", reconoció, definiendo a esta empresa como la máxima exponente de la venta electrónica.
Entonces Amazon, se preguntó, "¿qué es para un empresario? Una gran oportunidad, el cauce para alcanzar a miles de consumidores a los que de otro modo no llegaría. Hasta ahora solo podían exportar las grandes empresas, porque se requería un importe mínimo para ello. Ahora esa infraestructura la pone Amazon, y cualquier persona con una tienda puede vender al exterior. Y se digitaliza el trabajo, lo que supone un progreso", explicó.
Pero Aguilera matizó como "este modelo, que es el del progreso, presenta un riesgo inherente. Los empresarios que negocian con Amazon no trabajan con un igual, trabajan con un monstruo de proporciones bíblicas".
Pez grande se come al chico
Así que el empresario, en palabras de Aguilera, debe tener en cuenta que "la posición de Amazon siempre será predominante sobre la otra parte. Pez grande se come al chico. Pero los seres humanos hemos creado algo llamado marco legal, y en ese marco es donde se debe producir el juego, y no fuera", precisó. Por tanto, lo primero que habría que hacer cuando se trabaja con Amazon es "minimizar los riesgos con mucha prudencia".
Aguilera advirtió sobre la existencia de "una serie de costes ocultos con Amazon que no conoce el empresario y poco a poco van saliendo. Así que debemos controlar siempre la situación, asesorados por expertos. No sabemos lo que firmamos, dónde nos metemos, con la facilidad con la que entramos en la plataforma. Todos los contratos con Amazon son de adhesión, no vas a poder negociar nada con ellos", añadió el abogado. "En Amazon se puede vender de dos maneras: como proveedor de la empresa tecnológica, que te compra los productos y después los ofrece en la plataforma, y vendiendo en este mercado digital al cliente final de forma directa. Tanto en un caso como el otro estás obligado a firmar un contrato de adhesión", explicó Aguilera. El abogado leyó una parte de las condiciones que impone Amazon a las empresas que trabajan con ella. "Esto es un vasallaje", lamentó. "Yo estoy vendiendo un producto en Amazon, y, si ellos consideran que es fraudulento, tienen derecho a destruirlo al momento. Estoy intentando que vean las barbaridades que firma uno cuando se somete a su contrato", añadió Aguilera.
Y, por si fuera poco, "es un contrato que Amazon modifica a su antojo". Además, la empresa se escondería tras "un entresijo continuo que te va arrinconando", mediante una sucesión de términos complejos y confusos. "Y, en las disputas, es parte y a la vez juez. Estas grandes tecnológicas quieren tener los tres poderes de los estados, creando una superestructura supranacional con poderes omnívoros. Pero no nos lo tenemos que comer, porque existen unos principios del derecho y del comercio que todavía les ponen coto", concluyó.
Surgen las primeras voces contra la imposición
"En París o Berlín se están alzando ya voces contra Amazon, porque coarta la competencia", explicó el abogado, que procedió a enumerar ejemplos de conflictos entre Amazon y pymes. "Hace poco, me llamó una empresa valenciana que estaba en concurso de acreedores por lo que le ocurrió con Amazon", aseguró. "El empresario que trabaja con el gigante debe tener a personas especializadas pendientes de todo esto", recomendó.
