Fermín Bocos: "A veces al poder le preocupa más la tinta de los medios que la sangre"

El periodista y escritor Fermín Bocos, autor ya de numerosos libros como "Viaje a las puertas del infierno" o "La venganza de Byron", fue el protagonista del Foro La Región que se desarrolló ayer de forma telemática para los espectadores de Telemiño y la página web de La Región. La conferencia de Bocos se centró en el análisis de su última obra, "Algo va mal", donde aborda las difíciles relaciones que se establecen tanto entre el sector político y mediático -pugnando por la influencia social-, como entre periodistas y policías en su búsqueda de la verdad. Fermín Bocos, periodista de raíces cántabras y con una larga trayectoria profesional a sus espaldas que le llevó a ocupar puestos de responsabilidad en numerosos medios como la cadena Cope, RTVE o el extinto CNN+, aportó una intervención que pivotaría entre su más reciente obra y la reflexión a raíz de la historia y la actualidad política. Fernando González Macías, subdirector de La Región, le definió en su presentación como "un periodista total, contador de historias, que no pudo sustraerse a la tentación de escribir novelas ya que fabular en periódicos lo deja para otros, no es lo suyo". Bocos inició su ponencia con un refinado agradecimiento: "Como diría Groucho Marx, el único Marx que creo que sigue vigente, antes de hablar me gustaría pronunciar unas palabras y van a ser para agradecer esta invitación", subrayó, matizando entonces que "toda novela explicada pierde, porque no hay dos lectores que saquen las mismas conclusiones". Explicó también que "no hay dos obras iguales" porque no pertenecen solo a quien la escribe sino también a cada una de las personas que las leen. En "Algo va mal", ocupa un lugar central el Club Bilderberg, un grupo "discreto pero no secreto". Lo definió como "una reunión de personas muy influyentes, donde sobre todo hay una traslación de lo que se dice en los medios de comunicación". Recordando el caso de Sadam Hussein y las supuestas armas de destrucción masiva, destacó que los medios "administran y también destilan los miedos de la sociedad. Y ahora este temor -precisó- puede ser el miedo a las vacunas. Entonces, el lector debe acudir al medio de comunicación que le cuente la verdad desde la honradez". Una distopía La novela de Bocos recrea un mundo subterráneo que sus personajes daban por desaparecido. "Es una distopía", define. Su objetivo, mostrar la manera en que "a veces, al poder le preocupa más la tinta que la sangre. El crimen siempre estuvo, a lo largo de la historia, al servicio de la política, a veces para llegar al poder y a veces para retenerlo. En la novela aparece un asesino profesional que tiene una peculiaridad. Es un hombre exquisito, una persona enamorada de la música clásica que colecciona obras de arte y realiza con una precisión absolutamente quirúrgica sus tareas, en doble dirección: a veces le piden que parezca que ha sido un accidente y otras que se note que es una ejecución, como aviso para navegantes". El peñón de Gibraltar guarda también un papel importante en la novela. "Fundamentalmente es una base militar británica", recordó, "además de un conglomerado financiero que algún día tendrá que terminar. Su peculiarísmo ordenamiento fiscal y las facilidades que ofrece permite realizar operaciones opacas a los ojos de los sistemas fiscales de la Unión Europea", añadió, reconociendo que "es una tentación para un novelista situar la trama en un lugar tan abierto para tantas cosas". Sobre el papel de los medios, sentenció que "cuanto mayor dependencia de la publicidad hay, más en riesgo está la autonomía del medio". En este contexto, "la fidelidad de los lectores aporta fuerza para ser independiente de los demás poderes". Sobre la pandemia, lamentó que "vivimos en una etapa de inmensa tragedia", a la vez que criticó "el estrechamiento del discurso político". Además, Bocos se postuló en defensa del Estado de las Autonomías: "Qué duda cabe de que quien está más cerca de los problemas de gente está mejor situado para poder solucionarlos, en el caso de que disponga de los medios. El Estado de las Autonomías ha hecho que España tenga su mejor cara en siglos", celebró, sin olvidarse, eso sí, de las tensiones políticas que se han venido desarrollando durante los últimos tiempos en zonas concretas como Cataluña.