Juan Andrés Hervella: “O xardín é a carta de presentación dunha cidade”

Durante el Foro presentó su libro “Xardín de Ourense” y comentó la actualidad de los parques, que definió como el futuro de las urbes

“La calidad de una ciudad es sus jardines”. Así de rotunda es una de las frases que dejó ayer Juan Andrés Hervella, extécnico de turismo del Concello de Ourense y colaborador de este periódico, que presentó su libro “Xardín de Ourense” en el Foro La Región. El ponente habló pormenorizadamente de las zonas verdes de la ciudad, en una extensa e informativa charla que tuvo lugar en el Centro Cultural Marcos Valcárcel.

Fue presentado por el ingeniero técnico municipal de jardines del Concello, Carlos Cárcamo, quien desgranó las características de las infraestructuras verdes como entrante de la ponencia. Adelantó el dato de que el 68% de la población será urbana en 2050, según la ONU: “Hagamos ciudades que puedan ser vivibles”, comentó.

Acto seguido comenzó la conferencia de Hervella, que desgranó prácticamente todos los jardines del término municipal ourensano, detallando las características de cada uno mientras proyectaba dibujos de su propia autoría. Hervella aportó fechas, autores e información sobre plantas y mobiliario urbano. Pero también anécdotas y datos históricos sobre monumentos como la fuente de la praza Bispo Cesáreo, “unha fonte viaxeira” proveniente del monasterio de Oseira que estuvo en la praza Maior. 

CARTA DE PRESENTACIÓN

Hervella, además de desmenuzar el extenso listado de jardines, tocó varios asuntos. Tal y como opinó, “unha boa maneira de coñecer unha cidade consiste en dar un paseo polas súas zonas verdes. Constitúen unha verdadeira carta de presentación dunha cidade ou vila”. En este sentido, Hervella destacó que un jardín “é unha garantía”, que se significa como “un espacio de medio ambiente, de exposición”.

Según valoró el técnico, “los jardines hay que cuidarlos porque son el futuro de las ciudades”. Con el estilo de vida actual de las urbes “estamos a ocasionar a aparición de determinadas enfermidades que nos obrigan a mellorar o noso entorno natural”, afirmó antes de añadir que “están apareciendo enfermedades de estrés, de nervios, que son consecuencia de la poca concienciación que tenemos de los espacios verdes”.

Entre los espacios verdes de los que habló Hervella se encuentra el Paseo das Ninfas. “É importantísimo. É unha das rutas para baixar o colesterol”, dijo. Pero, según su punto de vista, la ciudad nunca apreció lo suficiente el activo que supone el río Miño, y lo manifestó poniendo como ejemplo el parque de Ribeira de Canedo, antes una “zona abandonada”: “A cidade nunca fixo caso do río. As fachadas sempre se facían cara a rúa: o río era unha cloaca. Agora demóstrase que é un erro, e esa zona está bastante remodelada”.

DETERIORO DEL PARQUE MIÑO

En este sentido, también lamentó el estado actual del Parque Miño. “Hoxe temos que pechar os ollos. En tempos era un parque importantísimo, con esculturas, moitísima vexetación e moito uso. Pero practicamente non queda nada, agora está como está. Mellor non facer comentarios”, zanjó Hervella, quien comentó el estado de la Alameda: “Está todo destrozado. Non hai parterres, é un lodazal... Supoño que se reconstruirá”, dijo, cuando la plaza de abastos provisional cumpla su función.

Asimismo, tildó de desacierto la situación de termas como las de A Chavasqueira o Outariz, cuya cota las expone a inundaciones. “Que custaba levalas máis arriba? Teríanse evitado moitos problemas”.

UN TESORO NATURAL

De entre los jardines de los que ofreció más detalles Juan Andrés Hervella, destaca, por ejemplo, el del Posío. “Constitúe a memoria histórica máis importante da cidade”, aseveró. La finca fue cercenada en 1854 por la carretera Vigo-Villacastín, del mismo modo que la horta do Concello, que quedó dividida entre la Alameda do Concello y el Xardín do Bispo Cesáreo. “Foi moi importante porque se celebraban todas as manifestacións de caracter patriótico, como os desfiles militares”.

Otra de las curiosidades que refirió durante su ponencia fue la que esconde un símbolo de la ciudad: “Hai un escudo que está dentro do Xardín das Burgas, pero non corresponde co que é realmente da cidade. En vez da espada aparece unha chave”. Una de las anécdotas e historias que atesoran los jardines ourensanos.

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