Samuel Vázquez: “Para enfrentarse a la delincuencia hace falta aplicar mucha violencia”

El policía y criminólogo Samuel Vázquez destaca en el Foro La Región la necesidad de un nuevo modelo de gestión de los recursos policiales

El policía y criminólogo Samuel Vázquez fue el ponente este sábado en el Foro La Región. El asturiano es un férreo defensor de un cambio necesario en el modelo policial español. Vázquez es fundador y presidente de la asociación “Una Policía para el siglo XXI”, colectivo “para el desarrollo de un nuevo modelo policial que sirva y proteja a las personas, no a la estructura de poder”. 

Roberto González, secretario general del Sindicato Unificado de Policía en Galicia, presentó al ponente, destacando “su valentía y coraje” para dar su opinión.  

Vázquez arrancó su intervención recordando los inicios del modelo policial, en los años 80, “bien cocinado en aquel momento, pero totalmente inservible en la actualidad”. 

La delincuencia actual no es, para el ponente, similar a la del pasado. Señaló que, en sus orígenes, el cuerpo se creó para lidiar con los malhechores de la época. Tomó como ejemplo al Vaquilla o al Pirri, algunas de las caras más conocidas del cine quinqui, y explicó que ya no se practica ese tipo de delitos, sino que el panorama es radicalmente diferente: “Los quinquis de extrarradio de hoy son personas difíciles de perseguir, que planean los golpes, butroneros”, dijo. 

Para Vázquez el panorama cambió radicalmente cuando comenzó la emigración del rural a las ciudades: “Eso fue lo que hizo mudar el perfil del criminal, el anonimato de la gran ciudad dio alas a muchos. No existía la vigilancia que hay en los pueblos, donde si haces algo todo el mundo se va a enterar”, explicó. “Ahora tenemos una emigración mucho más masiva, que ha impactado en el crimen”, señaló.

Vázquez observa una repartición de la fuerza del cuerpo policial que cuestiona: “El 20% se destinó a cuestiones de estrategia y recursos humanos, pero el 80% a proteger el discurso político y la estructura de poder, porque la democracia estaba en riesgo”, explicó. 

“El modelo de gestión de aquel momento se quedó hoy y por ello la gran mayoría de los policías están en las oficinas y no donde se cometen los crímenes”, relató.   

Con la tecnificación y la emigración de principios del siglo XX, Vázquez afirma que se dio un cambio en la delincuencia, “para la que no hay herramientas”. 

Los índices de criminalidad, que acumulan el número de delitos en cada ciudad o región, son para él un “insulto a la inteligencia” que solo sirve a cargos políticos. “Todos los delitos cuentan lo mismo y, así, el índice siempre sale negativo. Eso -dijo-, cuando llevamos seis años con una subida exponencial de las agresiones sexuales o de los robos” 

“Las asesinadas no descienden porque convirtieron un drama en un negocio”, comentó Vázquez. Para él, el machismo es un factor “residual” en los feminicidios. “Existe la intención de sostener un problema para que se lucren los de siempre”, consideró en su conferencia.

“Enfrentarse a la criminalidad tiene un coste para los políticos. Para enfrentarse a la delincuencia hace falta mucha violencia” -opinó el ponente-, explicando además que habría que permitir a una serie de personas con capacidades violentas, utilizarla contra el mal. 

Vázquez recordó como en 2018, ante la risa de algunos diputados, afirmó que Barcelona se convertiría en la primera ciudad sin ley, en una “zona de corfort criminal”. Esto es, para él, una escalera en la que cabe todo. “Si no pones freno en los escalones más bajos, el crimen tenderá a ascender”, señaló. La subida es para él una “pena de muerte” para los residentes en los barrios. “Los políticos son quienes crean esta zona de confort”, asegura el policíay criminólogo.

“Si Ourense recibe a diez vagabundos al mes, quizá no pasa nada; pero si recibe 2.500 en agosto, tendrá un problema de seguridad y libertad en días”, explicó. Esta teoría afirmó Vázquez que es aplicable a cualquier otra cuestión social.  

“Es todo un problema de origen y cultural, no de nacionalidades o de razas”, afirma Vázquez. “Todas las culturas no son iguales ni respetables. Cuando llegan a aquí y son muchos, se unen tribalmente y se forman lo que conocemos como barrio ‘moro”, según dijo, añadiendo que, “aplicado a la violencia es cuando llega el problema”.

Te puede interesar