El Foro La Región de hoy, miércoles, aborda los efectos de la incertidumbre económica internacional para Galicia, así como el modelo socioeconómico de nuestra comunidad autónoma. Desde su posición de catedrático de Economía, el ex presidente de la Xunta Fernando González Laxe abordará estas cuestiones en el hotel Oca Villa de Allariz, a las 13,15 horas. Miguel Ángel Ruiz Calle, general manager de Axesor Risk Management España, presentará al ponente.
¿Sigue pensando que el empresariado gallego aún no se ha preparado para el brexit?
Un tercio de las empresas gallegas tiene desarrollados planes de contingencia. Quedan dos tercios para prepararlos. Los gallegos y los españoles, esperamos al último día que se produzca el fenómeno.
¿Qué sectores van a contracorriente?
En el caso del brexit, están el sector textil, el alimentario y pesquero y el sector del automóvil.
¿A Ourense le falta aprovechar más su sector textil?
El brexit es una oportunidad, hay que desarrollar nuevas oportunidades para encontrar un mercado o el mercado que dejan las empresas británicas.
¿Qué oportunidades tendría Galicia? ¿Qué desaprovechamos?
Los gallegos tenemos ventajas todas aquellas actividades vinculadas a recursos naturales. Agrícolas, forestales, pesqueras... En esas actividades tenemos la ventaja de la especialización. Después tenemos el sector de la madera y la farmacia. Sería cuestión de abrir el mercado.
¿Qué otros mercados debería atajar Galicia?
Hay países asiáticos y africanos cuyo desarrollo es mayor y aunque estén muy lejanos, hay grandes posibilidades para nosotros. Por ejemplo, el turco, el indonesio... Angola o Sudáfrica son países con más habitantes que España. Tenemos que orientarnos, siempre estamos mirando al mercado europeo pero hay mercados asiáticos, de Oriente medio, África o América Latina, que son atractivos.
¿Qué le puede ofrecer Galicia a Asia, un mercado en constante expansión?
Somos una economía con un desarrollo de nuestros productos que incorporamos una tecnología media. Todos los sectores dedicados a la fabricación de vehículos especializados, sí encuentran una gran demanda en esos países. También los dedicados a la alimentación.
¿Y el vino? Los aranceles de EE.UU generan temor. ¿Cómo prepararse? ¿Es momento de mirar a otros mercados?
España es el primer país exportador de vino. Podemos aprovechar la marca España para vender nuestros vinos, hay una demanda mundial importante, como lo hay en las aguas minerales y las cervezas. Tenemos que prepararnos, lanzar a nuevos empresarios a que sean capaces de acceder a algunos mercados. El IGAPE era hasta ahora el responsable del plan de internacionalización y hay que exigir que ese organismo efectúe campañas mucho más intensas. Hay que jugar con el trípode universidad, empresariado y administración; podríamos dar pasos adelante.
¿Afecta la inestabilidad política a las exportaciones?
La situación en España es igual que la que puede ocurrir en Reino Unido, Francia o Italia. Lo que nos afecta es si hay una guerra comercial entre Europa y Estados Unidos o Europa y China, por ejemplo.
¿El modelo socioeconómico gallego es diferencial?
Después de la crisis del 2008, no hemos reaccionado de manera rápida a las nuevas circunstancias. Seguimos todavía anclados en un modelo económico muy clásico, porque no hemos aumentado el tamaño de nuestras empresas, no hemos incorporado tecnología más moderna y adolecemos el gran problema de la demografía. Si superáramos eso, Galicia tendría un modelo más dinámico y tendríamos más opciones de desarrollo.
¿El AVE a Galicia atraerá talento? ¿Mejorará la economía autonómica?
Cada vez vamos mejorando las condiciones de accesibilidad y conectividad. El AVE de pasajeros podemos discutir si va a llegar un año antes o después, pero nuestra gran apuesta sería por la accesibilidad de las mercancías. La gran apuesta está en la conectividad marítima y la inserción de las cadenas globales de mercancías. Si solamente miramos cómo sacar las mercancías de Ourense a Ponferrada, no veríamos nada. Tenemos que ver cómo sacarlas de Ourense a Barcelona, a una gran ciudad o centro europeo.
Para la Galicia interior es un poco más complicado…
Claro. Todavía está sin cerrar toda la conexión Lugo-Ourense. Nos falta la vertebración interna del territorio y después la salida de Galicia hacia afuera, que la podemos hacer vía terrestre o marítima.
Su discurso es optimista, ve más oportunidades que trabas.
Sí, yo creo que lo peor, la marginación de Galicia, ya está siendo superada. Hemos desarrollado más el campo de la logística y la planificación humana y cada vez es más fácil encontrar puntos de encuentro entre las fuerzas económicas y sociales. Nos estamos preparando para una apuesta más integradora. Soy optimista porque en los rankings de sectores alimentarios o de productos naturales, entre las cinco primeras empresas siempre hay una gallega. Si una empresa es dinámica, está en la vanguardia.
