La pediatra gallega compartió su experiencia como voluntaria de Médicos Sin Fronteras en Kenia y Afganistán
Después de 18 años, la médica Marian Rodríguez Blanco regresó a Ourense, donde se formó en pediatría, para compartir en el Foro La Región su experiencia como voluntaria de Médicos Sin Fronteras (MSF) en Kenia y Afganistán. La ponencia estaba enmarcada dentro de un curso organizado por el Colegio de Médicos de Ourense. "La mayor enfermedad en este momento es la pobreza. Un colegio de médicos no puede obviar esto. Dedicamos el 0,7% de nuestro presupuesto a un premio para el voluntariado", explicó su presidente, José Luis Jiménez.
La pediatra explicó al público del Marcos Valcárcel las funciones de MSF. "Ademais de prestar atención médica, temos unha labor de testemuña do que pasa. Por desgraza, en máis dos 70% dos sitios nos que traballamos están en conflito", apunta Marian Rodríguez.
Humanidad, neutralidad, imparcialidad e independencia son los pilares en los que se basa MSF. "A nosa carta magna ten o principio de independencia de pensamento. O 90% dos nosos ingresos son aportacións indiviudais e somos cinco millóns de socios. Isto permítenos decidir a onde ir". En este sentido, la voluntaria destacó la importancia de los socios. "As personas somos moito máis solidarias que os gobernos. Estes sempre teñen unha interese política ou económica. Sen embargo, os nosos obxectivos son salvar vidas, aliviar o sufrimento e respetar a dignidade".
La ponente recordo que las estructuras médicas y personal sanitario son objetivo militar. "Os ataques non son casualidade. Son premeditados. Non pedimos o carné a ninguén.Nos nosos coches non se pode subir armado. Nunha sala pode haber persoas de diferentes bandos. Van a ser atendidos pero saben que non poden entrar armados".
Marian Rodríguez recordó que desde el ataque a Kunduz, otras 81 estructuras médicas gestionadas por Médicos Sin Fronteras fueron bombardeadas en los territorios de Yemen y Siria.
