Ana Sánchez y Joaquín Gálvez expusieron en Ferreira de Pantón las bondades del vino fundidas con las sensaciones
Pasión. Ésa fue la palabra que sintetiza la exposición ayer en el Foro La Región de Ana Sánchez y Joaquín Gálvez. El vino y el turismo sólo fue una excusa dentro de un Paseo por la Ribeira Sacra, un paseo en el que el vino se funde con el paisaje, con la vida, con el mundo a través de sendas ponencias que tuvieron como escenario el hotel Oca Augas Santas, de Ferreira de Pantón.
Ana Sánchez, socia de la empresa Entrecepas Enoturismo, encontró en el vino y todo lo que le rodea esa pasión que echaba en falta en la banca comercial, a lo que se dedicó durante más de 20 años.
"El enoturismo busca cosas nuevas, la esencia. El enoturismo construye un destino. Pero entre todos. El éxito siempre se consigue de forma conjunta. A mi vida le faltaba pasión y la encontré en este mundo del vino. Lo más bonito para mí son las miles de historias que se cuentan detrás de cada botella".
Quiso dejar claro que el enoturismo "no es sólo vino, es un hilo conductor entre vino y gastronomía. Es una forma de turismo. Y lo que busca el turista son experiencias, sensaciones, conocimientos y también recuerdos. Porque el enoturista es un turista muy fiel, siempre repite".
Ana Sanchez se esforzó en remarcar que el mundo del vino es un mundo al que puede acceder cualquiera. Que no es ningún coto cerrado. "El enoturista busca vivencias y experiencias únicas, eso debe quedar grabado a fuego. De hecho, sólo un 5 por ciento de los profesionales del vino hace enoturismo. Antes de entrar en este mundo, yo también tenia la sensación que el del vino tenía un carácter elitista. Quería romper con eso. Cualquiera puede conjugar turismo y vino, sólo hay que ponerle pasión", finalizó.
"No concibo la vida sin vino, lo amo desde muy pequeño". Joaquín Gálvez, Wineman, no perdió el humor ni aunque su propio coche estuviese a punto de arrollarle tras caer de la grua en la que acabó por un problema mecánico.
Después de subrayar que "necesité doce años para acabar la carrera de Derecho, algo que tiene que ser un récord", detalló que se decidió por estudiar Enología y eso me permitió conocer España en profundidad. Es maravilloso viajar a través de los sentidos, pero que nadie obvie una máxima, el vino es para beberlo". "Me encantan los vinos españoles porque son vinos de comercio justo", remachó Gálvez.
