La primera de las mesas de debate trató sobre temática forestal y sobre la cadena de valor monte-industria. La primera intervención la hizo Jacobo Aboal, director da Axencia Galega da Industria Forestal, quien enfatizó la “oportunidade” que tiene Galicia, ya que la tonelada de madera de pino ha pasado de los “20 ou 30 euros a preto dos 80 euros a tonelada”. Así, el objetivo de la ley es “mobilizar o maior número de terras, que non poden estar abandonadas”. Además, subrayó que la madera “ten que ser de calidade, producida de forma sustentable e cunha boa trazabilidade”. Para esto, indicó que la superficie ordenada en Ourense asciende a las 500.000 hectáreas, muchas de ellas de frondosas caducifolias, “que debemos poñer en valor”.
El segundo en intervenir fue Juan Picos, director de la Escola de Enxeñería Forestal de Vigo, que cree que “non ten sentido que haxa xente que precise terras e outros que non saben que facer con elas e as abandonan”. Para revertir esa situación, cree indispensable esa concentración de tierras para desarrollar un sector que “está moi desaproveitado en Ourense”, que corta el 10% de lo que se tala en Lugo. El presidente de los aserraderos, Elier Ojea, abundó en lo expuesto por Picos, proponiendo un sistema más asociacionista, como el que ha llevado a Coren a ser la cooperativa más grande de España. Para él, la oportunidad está en que “en Europa haberá un déficit de madeira en 2030 de 300 millóns de metros cúbicos e Ourense ten que aspirar a satisfacer dita demanda”.
Además, Ojea apuntó otro problema del monte gallego, y es el de la falta de relevo generacional en la industria forestal, ya que “o propietario do monte que corta madeira ten máis de 70 anos”.
Para concluir, intervino Ricardo González, gerente del clúster de la madera, que cree que “sector forestal, agrícola e gandeiro teñen que aliarse e potenciarse”. González apuntó también el problema del minifundismo, reivindicando la figura de los polígonos agroforestales, ya que “os propietarios que non entren nas concentracións estarán condenados á improdutividade”. Como novedad, aportó que el Plan Estratéxico que prepara la Xunta debe ayudar a entender de mejor manera las necesidades del mercado forestal y tomar decisiones de plantaciones en base a esa demanda del mercado con parcelas experimentales.
