TRIBUNALES

Absuelto tras ser juzgado por dar una bofetada a su hijastro, en Vigo

El juicio tuvo lugar hace una semana en el juzgado Penal 1 de Vigo.
photo_camera El juicio tuvo lugar hace una semana en el juzgado Penal 1 de Vigo.

El juez duda de la credibilidad del menor y no excluye un posible ánimo de venganza

El juzgado de lo Penal número 1 de Vigo ha absuelto al hombre que fue llevado al banquillo  por propinar una bofetada a su hijastro  de 16 años al que habría recriminado que estuviera estudiando en la cama. El fiscal solicitaba 10 meses y un día de prisión mientras que la acusación particular elevaba la pena hasta el año de cárcel.

Durante la vista, el acusado negó  haberle pegado y ahora el juzgado le da la razón. La sentencia recoge como hechos probados que en marzo de 2015, el menor fue asistido en el servicio de urgencias por presentar marcas de dedos en la mejilla derecha y hematoma frontal leve, mientras que unos días después en el mismo centro fue reconocido por unos arañazos en la nuca y erosiones en dedos de la mano. Sin embargo, el fallo sostiene que “no consta que estas lesiones fueran causadas por agresión del acusado”.

En concreto, considera que no hay prueba de cargo suficiente y eficiente para destruir la presunción de inocencia y que dicha prueba se centraba únicamente en el testimonio del niño, quien “ofrece una versión diametralmente opuesta a la del acusado y la única testigo presencial, su madre”.

El fallo duda de la credibilidad del testimonio del denunciante, “concurriendo posibles motivos espurios en su declaración sobre la conducta del acusado” y añade que consta animadversión  situaciones de resentimiento de las que “no se puede excluir ánimo de venganza por parte del menor y de su abuelo materno, en conflicto con su hija”. De hecho, añade que la denuncia  se produce en un contexto de denuncias cruzadas entre los abuelos maternos y la madre.

Respecto a las lesiones, recoge  la decisión judicial que la escasa verosimilitud de que estando estudiando en cama un bofetón lo lance contra la pared y le cause las lesiones. Sobre las erosiones encontradas unos días después, éstas serían, según la sentencia, compatibles con el forcejeo descrito para intentar retirarle el teléfono móvil.

Las dudas sobre la culpabilidad del padrastro se incrementan con el informe psicológico forense donde se concluye, dice la titular del juzgado de lo Penal 1, que “se aprecia que sus abuelos lo han involucrado en el conflicto”.

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