Los dos acusados de introducir cocaína en Vigo por correo se desvinculan de la propiedad del paquete

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photo_camera EFE

Ella alega que hizo "un favor" a un amigo y él dice que no tiene llave del buzón y que no le entregó ningún aviso de Correos

Una mujer y un hombre acusados de tratar de introducir cocaína en España por medio de un paquete enviado por correo postal desde Brasil hasta una oficina de Vigo, se han desvinculado de la propiedad de dicho paquete y han manifestado desconocer su contenido.

El juicio por estos hechos se ha celebrado este jueves en la sección quinta de la Audiencia Provincial de Pontevedra, con sede en Vigo, donde las contradicciones entre las versiones de ambos han sido continuas, incluso en lo relativo a la relación entre ambos, ya que ella ha dicho que eran amigos y él que la conoce "de vista" por ser hermana de un excompañero de trabajo.

Así, Alicia R.C., ha manifestado que el otro acusado, Marco A.F., le llamó para pedirle que se trasladase desde A Cañiza hasta Vigo para que le fuese a buscar un paquete, ya que él "no podía ir porque se iba a casa de sus abuelos". Según su versión, él le dio el aviso de correos con la autorización cubierta y la fotocopia del DNI de un tercero, que le dijo que era un "amigo suyo".

Al ser cuestionada sobre si este extremo no le extrañó, la mujer argumentó que sólo le hacía "un favor a un amigo". "No pensé que un amigo me fuese a meter en este lío", ha exclamado, antes de indicar que más tarde fue a recoger el paquete, pero ya había sido devuelto. Tal y como ha dicho, posteriormente la Guardia Civil habló con ella y les facilitó los datos y el teléfono de Marco A.F.

Por su parte, el acusado ha mantenido que aunque la dirección del envío es de un piso de familiares suyos, él no tiene llave del buzón ni recogió el aviso de correos y, por tanto, no se lo entregó a ella. Así las cosas, al ser preguntado por la fiscal sobre cómo se explica que haya sido vinculado a este "embrollo", ha dicho que "en principio, --no tiene-- ninguna razón para ello".

Su tía ha comparecido en la vista como testigo y ha corroborado que Marco "no tiene las llaves del buzón" y que la única copia que hay la tiene ella. Además, ha dicho que ella no recoge los envíos que no vengan a su nombre o el de su padre, si bien ha dejado entreabierta la posibilidad de que pudiera haber llegado el aviso a nombre de un tercero y lo hubiera depositado en el buzón del cartero.

PETICIONES

Ante todas estas cuestiones, en su intervención final la fiscal ha mostrado sus recelos ante la versión de la acusada, por el hecho de que ella acudiese desde A Cañiza a Vigo para recogerle a él un paquete, cuando él mismo supuestamente le entregó el aviso en persona ese mismo día; y ante la versión de él porque era "el único" con acceso al domicilio.

Así las cosas, considera a ambos como los autores principales de sendos delitos contra la salud pública, en su modalidad de sustancias que causan grave daño a la salud; y pide para cada uno de ellos una condena de cinco años de prisión y multa de 48.941 euros --el triple del valor de la sustancia intervenida--.

Por su parte, las defensas de los dos acusados han denegado el delito y han pedido la libre absolución, si bien han solicitado que en caso de que el Tribunal considere que alguno de ellos pudo tener "algún tipo de culpabilidad" en los hechos, se les aplique la atenuante de drogadicción.

Además, en el caso de Alicia, su letrado también ha reclamado que en dicho caso se haga valer la atenuante de confesión y de dilaciones indebidas. En todo caso, ha manifestado que ella no tuvo "nada que ver con los hechos" y que lo que hubo es un "abuso de confianza" al hacerle "un favor a un amigo", y ha referido que la autoría "es clara" al ser el domicilio de Marco el destino del paquete.

El abogado de Marco, no obstante, ha apuntado que no hay llamadas entre ambos ni tampoco "elementos periféricos" que corroboren la versión de la mujer, y ha considerado que se ha visto desvirtuada la presunción de inocencia de su patrocinado.

ESCRITO FISCAL

De acuerdo con el escrito del Ministerio Fiscal, "con el objetivo de introducir en el territorio español sustancias estupefacientes procedentes de Brasil y posteriormente destinarlas al tráfico ilícito a terceras personas", los acusados acordaron con individuos desconocidos del país sudamericano el envío de droga a través de un paquete postal.

Fue así como en septiembre de 2014 la Aduana recibió un paquete que contenía la sustancia estupefaciente, sobre el que se autorizó judicialmente su entrega controlada, por lo que se dejó un aviso de llegada en el buzón. Varios agentes han indicado este jueves que durante varios días trasladaron el paquete a la oficina de correos y vigilaron el domicilio de destino, sin obtener resultados.

Por ello, en presencia del secretario judicial, finalmente se abrió el paquete y se constató que dentro de un estuche inserto entre cedés y libros, entre otros objetos, había un total de 184,30 gramos de cocaína de una pureza del 63,15 por ciento, que en el mercado ilícito hubiera alcanzado un valor mínimo de unos 16.300 euros.

Tal y como sigue el escrito de Fiscalía, el mismo día de la apertura del paquete, 7 de octubre, la mujer acusada en el procedimiento se personó en la sucursal de correos del barrio de O Calvario y entregó el aviso de llegada que le facilitó Marco y en el que ella figuraba como persona autorizada por el destinatario.
 

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