El guardia civil se percató del estado del individuo, de 37 años, cuando éste se puso a orinar en el surtidor de una gasolinera
Un agente de Guardia Civil fuera de servicio impidió reanudar la conducción a un hombre ebrio y drogado durante una parada en una gasolinera de la provincia de A Coruña, informó hoy el citado cuerpo policial en un comunicado.
El guardia civil, que viajaba con su hijo, observó ayer, mientras repostaba carburante en una estación de servicio de Deixebre, en el municipio coruñés de Oroso, a un individuo con síntomas de ebriedad que, tras apearse del vehículo que conducía, orinó en la zona de los surtidores.
El agente no uniformado no solo "recriminó al individuo que pretendiera emprender la marcha de nuevo" sino que incluso "corrió hacia el conductor y trató de impedir que se introdujese de nuevo en el vehículo", señala la nota.
Agrega que después de identificarse como integrante de la Guardia Civil, con la ayuda de su propio hijo y de empleados de la gasolinera, "logró arrebatarle las llaves del conductor ebrio, así como un envoltorio de plástico con una sustancia blanca, aparentemente cocaína".
Entre todos lograron "inmovilizar el vehículo y a duras penas al conductor", apunta la nota, e indica que posteriormente reclamó la intervención de una patrulla, que acudió poco después desde Santiago de Compostela y consiguió "colocarle los grilletes" pese a que "se había puesto especialmente violento al ver a los uniformados".
El individuo al volante de un vehículo de la marca Audi y de color rojo ya había sido objeto de una denuncia por un altercado anterior, añade la nota.
Precisa que el detenido, de 37 años, residente en el municipio coruñés de Frades, fue sometido a pruebas que mostraron una tasa de alcohol de 0,89 miligramos por litro expirado, muy por encima del límite legal de 0,25 miligramos, y dio positivo en el marcador de cocaína.
La Guardia Civil alaba en el comunicado la conducta del agente fuera de servicio, que permitió "atajar una conducta que ponía en grave riesgo la seguridad de todos los usuarios de la vía".
Añade que el individuo, que será puesto a disposición judicial, podría ser condenado a una pena de prisión de tres a seis meses, una multa o la obligación de efectuar trabajos en beneficio de la comunidad, así como la privación de uno a cuatro años del derecho a conducir vehículos.
En caso de que los análisis en laboratorio determinen que la sustancia que transportaba era cocaína también se enfrenta a penas de prisión y, además, por consumir drogas y alcohol puede perder seis puntos de su permiso de conducción y recibir una multa de 1.000 euros.
