ENTREVISTA

La agente local de Vigo que salvó la vida a un bebé: "Los policías corremos hacia donde todos escapan"

María Jesús Antúnez (ATLÁNTICO).
photo_camera María Jesús Antúnez (ATLÁNTICO).

María Jesús Antúnez lo socorrió en la calle Pino: "Era la primera vez que hacía la maniobra de Heimlich aunque  había practicado con muñecos"

 

María Jesús Antúnez es de Vigo, tiene 36 años y hace solo unas semanas empezó en el trabajo de sus sueños, como policía local, después de 13 años de sacrificios para aprobar la oposición (a la cuarta). Acabó la academia en noviembre y en diciembre hizo las prácticas. El jueves a primera hora de la tarde estaba fuera de servicio y circulaba con su coche por la calle Pino cuando se encontró a una madre desesperada porque su bebé de 18 días se ahogaba. No lo dudó un momento, lo cogió para reanimarlo y le salvó la vida.

¡Menudo estreno como policía!

Profesionalmente es la primera vez que me pasa algo así, pero en mi vida personal suelo tener estos arranques y hacer este tipo de cosas para ayudar a la gente. Iba por la calle del Pino en mi vehículo y vi gente corriendo de un lado para otro y al principio pensé que se trataba de una pelea o una discusión de tráfico, pero de pronto vi que alguien sacudía al niño en el aire y que no estaba bien. Así que bajé corriendo del coche. Fue todo muy rápido, un chico ya estaba llamando al 061, vi que lo tenían hacia arriba y así normalmente se les cierra la glotis y es peor.
Pero cualquiera hubiera esperado a la ambulancia y no hubiera llegado a tiempo.

Son cosas que no piensas en el momento. Desde pequeña tengo esa decisión y ese arranque de ayudar a los demás. En el momento te lo planteas si lo estaré haciendo bien, pero vi que el niño iba reaccionando.

¿Cuál fue la maniobra que le aplicó?

Nos enseñaron en nuestra formación la maniobra de Heimlich (colocar al lactante boca abajo, apoyado en su antebrazo sosteniendo su cabeza con una mano y sujetando su mandíbula, aplicó unas pequeñas palmadas entre los dos omóplatos). Intentaba cogerle el pulso pero era tan pequeñito que no era capaz y la madre estaba muy nerviosa. Estaba como morado al principio. Le di unas palmadas en la espalda, luego en el pecho para ver si reaccionaba y tenía miedo que tuviera algo atragantado y al hacer una insuflación se le fuera más para abajo, así que seguí dándole en la espalda. Ahí empezó a moverse un poco y lo tapé con un fular que llevaba, porque hacía un poco de frío, mientras llegaba la ambulancia. Fue intenso y muy rápido. Luego lo piensas ¿y si lo hubiese hecho mal? Pero salió bien. A nivel humanitario los policías hacemos muchos de estos servicios.

Estaba fuera de servicio en ese momento.

Estaba fuera de servicio e iba en mi vehículo particular pero a mí me parece una reacción de lo más normal. No es la primera vez que me pasa algo así. Me va en la sangre el arranque de mi padre y la tranquilidad de mi madre. Además este es un trabajo espectacular para poder hacer estas cosas, porque normalmente los policías corremos hacia donde todo el mundo escapa. Para eso estamos los policías. Hacemos muchos servicios humanitarios.

¿Habló después con la madre?

La madre estaba muy nerviosa y todo el rato pendiente de devolverme el fular. Vino la ambulancia y no pregunté a qué hospital iba así que después llamé al 061 pero me dijeron que no podían darme la información. Por medio de jefatura pregunté si se podía saber cómo estaba el niño, porque te quedas con la preocupación de si lo habré hecho bien. Era la primera vez que hacía esta maniobra con personas vivas, aunque la había practicado con muñecos. Luego hablé con la madre por teléfono.  Espero algún día acercarme a verla con más calma. 

¿El alcalde le ofreció algún premio?

Me dio la enhorabuena y las gracias. De premios no hablamos ni pregunté, ya me está sobrepasando todo esto de la prensa como para pensar en eso.

¿Qué es lo que más le gusta de su trabajo?

La posibilidad de ayudar. Creo que el ciudadano ve a la Policía como que sanciona y hacemos mucho trabajo social. Después de una intervención me gusta preguntar a la persona cómo va. 

¿Cómo fueron ese 13 años preparando oposiciones?

Cuando empecé estaba trabajando en Cortefiel pero me fui de comercial a Vodafone porque me dejaba más tiempo para poder preparar la oposición. Así iba cogiendo trabajos que me permitían estudiar. Estuve en Érguete, en Citroën un año y trabajando también saqué el bachiller de noche. En el último trabajo estaba a media jornada y fue ideal para aprobar. Si quieres conseguirlo tienes que volcarte.

¿Cuántas veces se presentó?

Cuatro veces, la primera casi no la cuento porque llevaba dos meses.

¿Y qué pasa por la cabeza de una cuando le dicen que ha aprobado?

¡Buf! Es una sensación muy rara porque llevas toda la vida en eso. Parece que estoy viviendo otra vida que no es la mía. La satisfacción de que el que la sigue la consigue. Yo quería ser policía y me gustaba y la gente que me conoce sabe que siempre quiero ayudar. Es una satisfacción y ver a mi familia y a mis amigos, porque es un logro común. Aún es el día de hoy que me emociono, voy en el coche patrulla y me miro en los escaparates. Es un orgullo. Es una pasada. 

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