JUICIO

Los agentes niegan que la ropa de Asunta fuese ‘contaminada'

La defensa de Porto apoya la versión de los cinco guardias civiles del laboratorio de Criminalística.

Los agentes del laboratorio de ADN de la Guardia Civil niegan la posibilidad de contaminación en la camiseta de la niña Asunta Basterra hallada muerta el 22 de septiembre de 2013 en Teo (A Coruña), aunque puede que la mancha encontrada en la ropa de la menor no sea de semen en su totalidad. Así lo explicaron los letrados de la acusación popular ejercida por la asociación Clara Campoamor, los abogados Ricardo Pérez y Rocío Beceiro, quienes siguieron en la tarde de ayer en los juzgados compostelanos las comparecencias de los cinco agentes del laboratorio de criminalística que participaron en la cadena de custodia de la prenda que portaba Asunta el día de su muerte.

Pérez reconoció que los agentes ratificaron el informe donde negaban una transferencia accidental, pero aseguró que también fueron convincentes en decir que la mancha completa no es de semen, "y eso es lo más importante", aunque no pudieron concretar qué es el resto de la mancha, "un fluido orgánico pero no lo concretan", explicó.

Los abogados de la acusación popular también destacaron que los agentes del laboratorio afirmaron utilizar en esta causa las mismas "tijeras y micropipetas" que las empleadas en el caso que concierne al hombre cuyo perfil genético coincide con el ADN encontrado en la ropa de esta víctima y sobre el que existe una imputación.

El abogado de la madre de Asunta, José Luis Gutiérrez Aranguren, insistió en que se siguió el protocolo "escrupulosamente", y que a pesar de usar los mismos materiales para un caso y otro, se realizó una esterilización con lejía y papel "que arrastra todo lo contaminado". Así, Aranguren calificó la tarde como "decepcionante", y criticó la actuación de las acusaciones tanto popular como pública, que pretenden, según el letrado de la defensa, más que descubrir la verdad, buscar un "alzamiento de la imputación" a uno de los imputados.

Y por esta razón recriminó la actitud de algunos letrados "presentes" en el proceso que según el abogado de Rosario Porto, que ejerció nuevamente su codefensa, alzaron la voz y dieron puñetazos en la mesa durante las más de cinco horas que duró el interrogatorio. "Me sorprenden estas suspicacias", reiteró Aranguren, y consideró "impresentable" que se presione durante más de cinco horas a agentes de la Guardia Civil "para ver si se les hace cambiar de criterio", mientras se toma como "dogma de fe" lo que dicen unos investigadores. Por ello criticó que se trate de manera desigual a personas sobre "las que cae la misma imputación", crítica que, ha subrayado, avalan miembros de la asociación de delitos violentos.



Plan “concordado"

La tesis de los investigadores es la misma que en un inicio: que los padres de Asunta, la abogada Rosario Porto y el periodista Alfonso Basterra, tenían un plan "concordado" para matarla bajo el cual él se encargaría de drogarla hasta el aturdimiento con el fin de facilitar la posterior asfixia, que ejecutaría ella. Los dos, Porto y Basterra, están en el penal coruñés de Teixeiro en régimen de prisión provisional comunicada y sin fianza.

En esta causa existe un tercer imputado, sin un nexo común con los padres de Asunta. Se trata de un ciudadano colombiano residente en Madrid aunque los investigadores mantienen su convicción de que hubo una transferencia accidental en el laboratorio que le ha relacionado con el caso. Su situación procesal no ha quedado resuelta de manera definitiva.

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