El agitado pleno se cerró con la expulsión de una diputada

Con la expulsión de Consuelo Martínez (AGE), y el apercibimiento de que no estará en la próxima sesión, se cerró ayer un agitado pleno sembrado de titulares de prensa, porfías mal digeridas, alusiones literarias y cinéfilas y una mención por los cuarenta años del golpe de estado que derrocó a Salvador Allende. A la parlamentaria de AGE la conminó a irse del hemiciclo la presidenta del legislativo, Pilar Rojo, tras amonestarla en dos ocasiones y después de colocar sobre la mesa de la conselleira de Sanidade, Rocío Mosquera, diversa documentación acerca de problemas en la clínica Povisa de Vigo.
La diputada se quejó de que durante este incidente, registrado prácticamente al final de la sesión, desde las bancadas del PP le dijeron de 'de todo', hasta 'fea'. A su salida, la parlamentaria espetó: 'Fascistas', ante lo que Rojo replicó que 'en la próxima sesión' tampoco estará en el pleno.


OTROS DEBATES

El conselleiro de Medio Ambiente, Territorio e Infraestruturas, Agustín Hernández, cifró en 17 el número de estaciones ferroviarias cerradas en Galicia, mientras que los servicios suprimidos alcanzan los 36. El diputado de AGE Antón Sánchez achacó los recortes a una intención de que sigan teniendo 'negocio' las grandes constructoras y las líneas privadas de autobús, lo que negó Hernández.

Por otro lado, los votos del PP en la Cámara bastaron para pedir a la Xunta que 'simplifique' el marco normativo vigente. Lo defendió la diputada popular Paula Prado, quien subrayó que Galicia tiene actualmente en vigor 179 leyes, aproximadamente la mitad de los 350 textos legislativos aprobados en el Parlamento gallego en los últimos 30 años.

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