Buscan un acercamiento con los profesionales de Lugo y Ribeira en la víspera de una nueva manifestación, este martes en Santiago.
Los 120 armadores que se declaran "en lucha" por un reparto "justo" de las cuotas de caballa, que exigen realizar de manera lineal en función del número de tripulantes, reivindican que son un 80% del total de embarcaciones de cerco de la comunidad, que ascienden a 150.
Así lo ha destacado, en declaraciones a los medios en la Praza do Obradoiro tras asistir a la Misa del Peregrino, Andrés García Boutureira, representante de la Asociación de Armadores de Cerco de Galicia (Acerga) y portavoz de la asamblea de marineros de este segmento que se viene celebrando en las últimas semanas en Portosín (A Coruña).
Este centenar largo de trabajadores, dueños de las empresas, ha acudido este lunes a la capital gallega para encomendarse al Apóstol, al que han pedido "amparo". 'Sálvanos da pobreza na que nos mete a conselleira Rosa Quintana' y 'Danos peixes que os nosos políticos non son capaces' eran algunos de los lemas que llevaban inscritos en sus camisetas.
Volverán este martes, acompañados de pescadores de cerco de Asturias, para llevar a cabo la manifestación desde el Obradoiro a San Caetano que en su día fue desconvocada tras una reunión de varias horas con responsables de la Consellería do Mar, en su sede. La marcha arrancará a las 11,00 horas y a los 120 armadores se sumarán los centenares de tripulantes de esta flota y compañeros asturianos.
"SENTARNOS Y HABLAR"
García Boutureira ha señalado este lunes que existen contactos con representantes de la flota de cerco de Galicia que no está de acuerdo con el reparto lineal y sí se muestra a favor de la distribución actual, calculada en función de los datos de las capturas históricas. El acercamiento, según ha indicado, se está motivando desde la asamblea de Portosín hacia las organizaciones de productores de Lugo y Ribeira (A Coruña). "Vamos a sentarnos y hablar", ha avanzado.
"Cuando llegó esta propuesta de reparto individual hay barcos que fueron a pescar al Cantábrico, que participaron en esa pesquería y que tienen notablemente más cuota que el resto de los barcos gallegos", ha explicado García Boutureira antes de criticar que "se promueve, por decir así, la separación entre gallegos".
"Nosotros estamos tratando de acercar posturas, que se unan a nosotros, porque si no sería abandonar a los compañeros. Yo creo que no es ético y ellos yo creo que lo pensarán y esperemos llegar a un acuerdo y sería solucionar por lo menos Galicia", ha agregado.
"NO PODEMOS SEGUIR ASÍ"
En este sentido, ha advertido de que "no es que no" estén "dispuestos a seguir así". "Es que no podemos seguir así. Estamos jugándonos el futuro de muchos y no estamos dispuestos a perderlo sin luchar", ha alertado, al llamar la atención sobre que los buques siguen parados en los puertos del litoral de la comunidad.
En cuanto a la nueva movilización, este martes, ha esperado que se desarrolle "sin ningún tipo de problema", después de los altercados registrados la semana pasada. "Esperemos que no vuelva a ocurrir lo de Vigo, que, desde luego, lo que menos fue, fue culpa de los armadores o de los marineros. La policía sabe bien lo que hizo y que se expliquen y que se analice todo lo que ocurrió, porque fue desproporcionado lo que ocurrió y siempre por culpa de la policía", ha denunciado. "Ya nos íbamos para casa y no había habido ningún enfrentamiento", ha apostillado.
"LOS QUE COMEN SON LOS TRIPULANTES"
Andrés García Boutureira ha leído ante los periodistas un comunicado con el que reclaman un reparto lineal por tripulante entre todos los pescadores del caladero del Cantábrico Noroeste. "Que se le otorgue a cada barco la cuota que el corresponde según su número de tripulantes", subraya. "Los GTs -unidad de medición del arqueo del buque- no son los que comen, sino los tripulantes", ha agregado este portavoz.
En el texto, la flota califica de "encerrona" el encuentro de diciembre en el que se decidió la asignación de cuota, que, en los términos actuales, "hace imposible la viabilidad de las empresas y borraría de un plumazo al 80% del cerco gallego".
