Tribunales

Cinco hombres y cuatro mujeres juzgarán el crimen de Ana Enjamio

César Adrio, el acusado del crimen de Ana Enjamio llega esposado a la Audiencia de Vigo el 14 de noviembre, cuando se tenía que celebrar el juicio.
photo_camera César, el acusado del crimen de Ana Enjamio llega esposado a la Audiencia de Vigo el 14 de noviembre, cuando se tenía que celebrar el juicio.
La selección de los miembros del tribunal popular se ha prolongado durante casi cuatro horas, lo que ha obligado a la Audiencia a posponer el inicio del juicio contra el acusado de asesinar a la joven ingeniera a esta tarde.

La Fiscalía pide penas que suman 27 años de cárcel para César Adrio Otero, presunto asesino de la joven ingeniera Ana Enjamio, y que será juzgado por un tribunal de jurado a partir de hoy, lunes, en la sección quinta de la Audiencia Provincial de Pontevedra, con sede en Vigo. Desde las 9’30 horas de la mañana, la familia de la víctima ha estado esperando en los juzgados el inicio de la vista. En el banquillo, el que fuera expareja de Ana Enjamio, quien se enfrenta a penas de entre 27 y 33 años de cárcel por un asesinato ocurrido ahora hace tres años. Además de los nueve miembros otros dos, un hombre y una mujer, han sido seleccionados como suplentes

Este juicio estaba señalado inicialmente para mediados de noviembre, pero problemas en la configuración del jurado obligaron a posponerlo hasta la semana del 9 de diciembre.

El ministerio público considera probado que el acusado, quien era compañero de trabajo de la víctima y había mantenido una relación sentimental con ella durante unos meses, la sometió a un total "hostigamiento" y acoso desde la ruptura de dicha relación, en julio de 2016, hasta que acabó con su vida, el 16 de diciembre de ese año, en el portal del edificio en el que la chica vivía, en Vigo.

En su escrito de acusación, señala que Adrio no aceptó el fin de la relación y le insistía constantemente para que volviese con él, llegando incluso a sustraerle el teléfono para enviar fotos de ambos a la anterior pareja de Ana, con la que ella había retomado el contacto.

Completamente "obsesionado"

El acusado, que llegó a inscribirse en el mismo gimnasio que la víctima, instaló una aplicación en el móvil para controlar sus llamadas y mensajes, se presentaba en su casa, incluso de madrugada, para reprocharle que se viera con ese otro chico y pedirle que volviera a ser su pareja, y llegó a "obsesionarse completamente" con Ana.

De hecho, apunta en su escrito el Ministerio Público, César Adrio comentó a sus allegados que había roto su familia para estar con ella (estaba casado y tenía dos hijos cuando inició la relación) y que, si Ana no estaba con él, tampoco estaría con el otro chico.

El grado de acoso llegó hasta tal punto que la joven dejó su vivienda por temor y se fue a vivir temporalmente con el chico con el que había retomado amistad, antes de trasladarse definitivamente a una vivienda compartida en la Avenida de Madrid.

Desenlace fatal

Esa espiral de hostigamiento tuvo su desenlace fatal en la madrugada del 16 de diciembre de 2016. Esa noche, ambos coincidieron en una cena de empresa y, durante todo el tiempo, César estuvo pendiente de Ana, llegando a seguirla a ella y a su grupo de amigos cuando salieron a dar una vuelta después de la cena.

En un momento determinado, el acusado desapareció sin despedirse, al darse cuenta de que Ana iba a regresar a su casa (en el coche de una amiga, junto a otras personas que la acompañaban). César se desplazó a toda prisa a las inmediaciones del piso donde vivía Ana y una vez allí, le rajó las ruedas de su coche, que estaba aparcado en la zona, y la esperó, hasta que la joven llegó y sus acompañantes se fueron.

Entonces, la abordó de forma sorpresiva cuando entraba en el portal y la atacó con un cuchillo o navaja. Sin darle posibilidad de defenderse, la arrastró hasta el fondo del portal, donde le asestó al menos 28 cuchilladas en abdomen, pecho y cuello, de las que 12 le alcanzaron el corazón.

Después, el acusado se fue a casa de sus padres, se duchó y cambió de ropa, y se deshizo del arma del crimen, del teléfono de Ana (que se llevó consigo), y de las ropas que vestía cuando la atacó.

Delitos y penas

Por estos hechos, la Fiscalía considera a Adrio autor de un delito de asesinato con alevosía y ensañamiento, además de uno de acoso. Por el primero de los delitos pide para él 25 años de cárcel, y dos años por el segundo, además de reclamar que se le prohíba acercarse durante 10 años a la familia de la víctima, a la que deberá indemnizar en 450.000 euros por daños morales.

Por su parte, la acusación popular, que ejerce la Xunta de Galicia, pide que el acusado sea condenado a 33 años de prisión. Así, reclama 25 años por el delito de asesinato, 3 años por un delito continuado de coacciones (o subsidiariamente 2 años por un delito de acoso ilegítimo) y otros 5 años de cárcel por el delito de vulneración de la intimidad.

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