GALICIA

Atracaban como prostituta y marido despechado en Vigo

Beiramar Vigo
photo_camera El entorno de Beiramar y el Berbés sigue siendo zona de prostitución en Vigo. (A.D. )

Una pareja fue condenada ayer tras asaltar a un vigués en el Berbés. Ella le captó y él le amenazó con un cuchillo: “¡qué haces con mi mujer!”

 

El 20 de junio del pasado año sobre las dos de la mañana, un vigués conducía su coche por detrás del muelle de la lonja del Berbés. Allí le paró una mujer, supuestamente una prostituta, que le propuso  al conductor ir hacia un lugar apartado.

La mujer se subió al coche y ambos se dirigieron en el vehículo hacia un callejón. Una vez en el lugar, ella le pidió al cliente 40 euros y entonces los hechos se precipitaron. De repente otro individuo apareció por la ventanilla del conductor, con un cuchillo de cocina que puso en su cuello. “¡Qué haces con mi mujer¡”, le dijo, mientras añadía, “cabrón, dame la cartera o te pincho”.

El cliente, amenazado por la situación, le entregó  100 euros al presunto marido despechado, tras lo cual la pareja huyó a la carrera del lugar.
Al día siguiente, la Policía logró localizar e identificar a los dos asaltantes en el mismo lugar de los hechos. En el bolso de la mujer, los agentes encontraron el cuchillo con el que se había cometido el atraco.

Los dos admitieron los hechos ayer durante una vista de conformidad celebrada en el Penal 1 de Vigo y que evitó la celebración del juicio. El fiscal les acusó a los dos de haber perpetrado un robo con intimidación y uso de armas y además a ella de un delito de resistencia, ya que cuando fue arrestada, mantuvo una actitud agresiva hacia los agentes, braceando y forcejeando para tratar de escapar, llegando a sufrir lesiones uno de los policías. El acusado cuenta con antecedentes. Había sido condenado en tres ocasiones  por delitos de robo con fuerza e intimidación, mientras que ella está diagnosticada de trastorno por abuso de alcohol con merma para controlar los impulsos y para evitar el consumo y sus consecuencias.

Tras reconocer los hechos, el fiscal rebajó la petición de pena. El supuesto marido despechado se conformó con tres años y medio de cárcel, frente a los cinco a los que inicialmente se enfrentaba.

Por su parte, la mujer asumió once meses de prisión, una pena cuya ejecución le fue suspendida a condición de que continúe un tratamiento para deshabituarse del consumo. Se le aplicó  además de la atenuante de confesión, la eximente de enajenación  mental transitoria. Además, se le impuso una multa por el delito de resistencia de cuatro meses a razón de tres euros. 

Los hechos tal y como los relata el fiscal califican la zona donde se produjeron como un ámbito de prostitución e, que todavía no ha podido ser erradicado, ya que éstos tuvieron lugar hace solo unos meses.

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