GALICIA

La autopista AP-9, el gran negocio de las concesiones del grupo Itínere

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photo_camera Audasa lleva medio año sin decidir qué hacer en el puente de Rande.

La vía que vertebra Galicia es la que más aporta a la cifra de negocio de la compañía, ahora de Citi, con los peajes al alza

La Autopista del Atlántico, la AP-9 que vertebra Galicia, es la autopista que más aporta a la cifra de negocio del grupo Itínere, un gran negocio para la compañía, ahora en manos del fondo de inversión Citi que, a pesar de los buenos resultados, no deja de subir el peaje de una autopista más que amortizada 36 años después de inaugurarse el primer tramo. Es más, consiguió ampliar la concesión hasta el año 2048, por lo que aún quedan 33 años de peaje. Mientras, lleva medio año sin decidir qué hacer en el puente de Rande.
El año pasado la facturación de Audasa, la empresa que gestiona la AP-9, alcanzó los 127,8 millones de euros, un 2% más que el ejercicio anterior. Esta cifra de negocio es igual a la suma de las otras cinco autopistas que tiene concesionadas Itínere en España, que todas juntas sumaron 130,3 millones de euros.


Estos datos responden a un tráfico muy superior en la AP-9 que en el resto de las autopistas del grupo, nacido de la antigua Empresa Nacional de Autopistas (ENA). Así, el año pasado la AP-9 registró una intensidad media diaria de 18.330 vehículos, la más transitada de las seis concesiones. Le sigue la AP-1 Burgos-Armiñon con 16.863 vehículos. Y suma y sigue. Porque en el primer semestre de este año los ingresos de peaje de la autopista AP-9 se incrementaron un 5,4% con respecto al mismo periodo del ejercicio 2014, alcanzando la cifra de 62,3 millones de euros, como consecuencia de un ascenso del tráfico de cobro en un promedio del 5,13%, explica la compañía en su informe semestral.


Pero es que además los gastos se reducen un 0,1%, con un total de 11,9 millones.
Así que el resultado de explotación, es decir, lo que gana la empresa, no puede ser más que positivo y a 30 de junio alcanza ya los 34,7 millones de euros, un 19,4% más que en el mismo periodo del año pasado. 
El beneficio neto, después de impuestos, es de 14,5 millones, un 46,5% superior al cierre del primer semestre del ejercicio anterior.

Incremento de peajes
El telepeaje ya es la primera fórmula utilizada por los usuarios para pagar en la AP-9, ya que de los 62,3 millones de ingresos, 31,5 millones llegan mediante esta vía, que permite a los usuarios acogerse a descuentos. Le sigue el pago en efectivo, con 14,7 millones y finalmente con tarjeta, 12,6 millones.


Pero sin embargo, aunque se incrementa el tráfico y, se supone,  que el trabajo, la plantilla media no ha hecho más que descender. Este año alcanza las 221 personas, un 2,2% menos que en el mismo periodo del año pasado.
A pesar del férreo control que ejerce Audasa sobre la AP-9, insensible a los requerimientos de la sociedad cuando se producen largas colas de atascos en sus peajes, sí cedió al cierre de las cabinas en O Morrazo para viajar a Vigo y viceversa y en A Barcala. Pero esta cesión no es gratis, ya que la factura de esa retirada de esos dos peajes reportará a Audasa casi 400 millones de euros durante los próximos 40 años, ya que Xunta y Ministerio de Fomento pagan al 50% el coste de esa medida. En definitiva, pagan todos los contribuyentes

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