El Grupo Parlamentario del BNG denunció que la nueva Xunta no creó ni una sola plaza más en escuelas infantiles públicas de las que dejó el bipartito y avisó de que este año deberían abrir 40 nuevos centros que no tienen dotación de medios, pese a que las obras están finalizadas.
Así, el portavoz del grupo nacionalista, Carlos Aymerich, constató que este año, el Gobierno prevé abrir sólo 12 escuelas de este tipo, de las que cinco son de nueva creación y recordó que otra más, la de Carballeda, rompió el convenio con el Consorcio de Servizos da Igualdade e do Benestar (que gestiona estos centros). Esto es la prueba de que las condiciones del PP no son las mismas que las del BNG, apostilló en referencia a este último caso.
El parlamentario concretó, además, que en la actualidad existen 85 escuelas infantiles integradas en la red pública y subrayó que el BNG multiplicó por cinco el número de plazas en este tipo de centros frente a 2005 --cuando llegó al gobierno--, de manera que ahora suman 3.942.
En este contexto, Aymerich concluyó que el PPdeG prefiere la enseñanza privada y, por ello, no quiere dotar de medios a los centros ya construidos, puesto que elige una política de concertación. El PP debe cesar la cruzada y debe apostar de verdad enseñanza pública de 0 a 3 años, añadió.
En esta línea, tanto él como el diputado del BNG Bieito Lobeira criticaron que la Xunta no apueste por la enseñanza en estos ciclos, al tiempo que destina recursos a cambiar el nombre de las escuelas infantiles, que pasaron de llamarse galescolas a 'A galiña azul', a la que Lobeira calificó de cruce de águila imperial franquista con gaviota del PP. A este respecto, el responsable de lengua del grupo también alertó del empeño claro en reducir la lengua propia y cualquier vestigio de los nacionalistas en su paso por el Gobierno de la Xunta.
CACAREADA AUSTERIDAD
Por ello, reprobaron que el Ejecutivo autonómico utilice recursos --este cambio costará en cartelería 22.000 euros-para modificar la imagen de estos centros, pese a la tan cacareada austeridad, y en lugar de potenciar la educación pública frente a la privada, donde sí se adoctrina y no se educa para valorar el país propio.
Tras darse a conocer en los últimos días el cambio de la imagen y nombre de las escuelas infantiles (antes galescolas, ahora A galiña azul), Bieito Lobeira concluyó que esta acción supone una insulto colectivo y nada inocente del Gobierno, al margen de la obsesión por exterminar el gallego.
Así, censuró la agresión a la lengua y cultura de los conselleiros de Educación y Traballo e Benestar, Jesús Vázquez y Beatriz Mato, respectivamente; quienes presentaron públicamente la modificación y cuyos departamentos todavía se encuentran en proceso de traspaso de competencias (ya que antes las galescolas pertenecían al área de Benestar y ahora pasarán a depender de la cartera educativa).
Bieito Lobeira lamentó que para ambos mandatarios el gallego sea politización y tanto él, como Aymerich, ironizaron con la neutralidad de la que hicieron gala los conselleiros, ya que --pusieron como ejemplo-se reservan un espacio para Religión. Eso no es adoctrinamiento..., apostillaron.
Asimismo, el diputado responsable de lengua en el Parlamento avisó de que supone una idea peligrosa estigmatizar el gallego y avisó de que la gallina no es la de Casares, sino un cruce promiscuo fruto de la cohabitación del águila imperial franquista y la gaviota del PP.
SEGREGACION Y MOVILIZACION
Preguntado por la posibilidad de segregar por razón de lengua y las acusaciones de que esta práctica la realizó el bipartito, Aymerich constató que quien está pagando segregaciones es el PP a los colegios concertados y repuso que el BNG siempre apostó por una enseñanza integradora, que está recogida en la Ley de Normalización Lingüística.
Por otro lado, el BNG hizo un llamamiento a los padres para que se movilicen en las convocatorias que programe la plataforma 'Queremos galego' --en la que participa en propio Bloque y A Mesa pola Normalización Lingüística, entre otras entidades-con el fin de dar respuesta a este tipo de acciones.
La primera de las actuaciones será en octubre, según confirmó el propio Lobeira, quien indicó que espera que sea una movilización histórica en la que se reivindique el derecho de los niños a conocer el idioma del país. La ciudadanía es clave para defender lo que somos, sentenció.
El parlamentario concretó, además, que en la actualidad existen 85 escuelas infantiles integradas en la red pública y subrayó que el BNG multiplicó por cinco el número de plazas en este tipo de centros frente a 2005 --cuando llegó al gobierno--, de manera que ahora suman 3.942.
En este contexto, Aymerich concluyó que el PPdeG prefiere la enseñanza privada y, por ello, no quiere dotar de medios a los centros ya construidos, puesto que elige una política de concertación. El PP debe cesar la cruzada y debe apostar de verdad enseñanza pública de 0 a 3 años, añadió.
En esta línea, tanto él como el diputado del BNG Bieito Lobeira criticaron que la Xunta no apueste por la enseñanza en estos ciclos, al tiempo que destina recursos a cambiar el nombre de las escuelas infantiles, que pasaron de llamarse galescolas a 'A galiña azul', a la que Lobeira calificó de cruce de águila imperial franquista con gaviota del PP. A este respecto, el responsable de lengua del grupo también alertó del empeño claro en reducir la lengua propia y cualquier vestigio de los nacionalistas en su paso por el Gobierno de la Xunta.
CACAREADA AUSTERIDAD
Por ello, reprobaron que el Ejecutivo autonómico utilice recursos --este cambio costará en cartelería 22.000 euros-para modificar la imagen de estos centros, pese a la tan cacareada austeridad, y en lugar de potenciar la educación pública frente a la privada, donde sí se adoctrina y no se educa para valorar el país propio.
Tras darse a conocer en los últimos días el cambio de la imagen y nombre de las escuelas infantiles (antes galescolas, ahora A galiña azul), Bieito Lobeira concluyó que esta acción supone una insulto colectivo y nada inocente del Gobierno, al margen de la obsesión por exterminar el gallego.
Así, censuró la agresión a la lengua y cultura de los conselleiros de Educación y Traballo e Benestar, Jesús Vázquez y Beatriz Mato, respectivamente; quienes presentaron públicamente la modificación y cuyos departamentos todavía se encuentran en proceso de traspaso de competencias (ya que antes las galescolas pertenecían al área de Benestar y ahora pasarán a depender de la cartera educativa).
Bieito Lobeira lamentó que para ambos mandatarios el gallego sea politización y tanto él, como Aymerich, ironizaron con la neutralidad de la que hicieron gala los conselleiros, ya que --pusieron como ejemplo-se reservan un espacio para Religión. Eso no es adoctrinamiento..., apostillaron.
Asimismo, el diputado responsable de lengua en el Parlamento avisó de que supone una idea peligrosa estigmatizar el gallego y avisó de que la gallina no es la de Casares, sino un cruce promiscuo fruto de la cohabitación del águila imperial franquista y la gaviota del PP.
SEGREGACION Y MOVILIZACION
Preguntado por la posibilidad de segregar por razón de lengua y las acusaciones de que esta práctica la realizó el bipartito, Aymerich constató que quien está pagando segregaciones es el PP a los colegios concertados y repuso que el BNG siempre apostó por una enseñanza integradora, que está recogida en la Ley de Normalización Lingüística.
Por otro lado, el BNG hizo un llamamiento a los padres para que se movilicen en las convocatorias que programe la plataforma 'Queremos galego' --en la que participa en propio Bloque y A Mesa pola Normalización Lingüística, entre otras entidades-con el fin de dar respuesta a este tipo de acciones.
La primera de las actuaciones será en octubre, según confirmó el propio Lobeira, quien indicó que espera que sea una movilización histórica en la que se reivindique el derecho de los niños a conocer el idioma del país. La ciudadanía es clave para defender lo que somos, sentenció.