Los miembros de la banda transportaban la droga en buques mercantes e iban a recogerla a alta mar

Cae una red gallega de narcos que actuaba en España e Italia

Parte de los efectos intervenidos a los cinco arrestados en la operación policial. (Foto: DGP)
La Policía española y la italiana detuvieron a cinco personas, todas originarias de Galicia, dos de ellas en Génova y otras tres en la comunidad autónoma gallega, por estar presuntamente dedicadas a la recogida de cocaína de buques mercantes para su posterior distribución en ambos países.
En la investigación, que aún continúa abierta, se intervinieron 55 kilos de droga en Génova y otros 50 kilos en un paquete arrojado al mar desde un mercante y que había sido recogido por una lancha que pretendía acceder al puerto de Algeciras, según informaron fuentes de la Dirección General de la Policía y de la Guardia Civil.

El grupo de narcotraficantes desarticulado estaba liderado por E.P.F., natural de Teo (A Coruña), que desde hacía años trabajaba con otra banda de traficantes de droga sudamericano y que fue detenido en Galicia, donde tenía una casa con una habitación acorazada y camuflada tras las paredes de la bodega, cámaras de seguridad, dos cajas fuertes, dinero en metálico, relojes en gran valor y material informático.

Tres de los detenidos son originarios de la localidad de Porto do Son (A Coruña) y el restante, es vecino de Cambados (Pontevedra), precisaron fuentes de la investigación.

La operación policial conjunta se remonta al pasado mes de marzo, cuando se detuvo en Génova a dos de los miembros de la organización y los agentes se incautaron de 55 kilos de cocaína. El pasado mes de junio, un nuevo transporte de droga -50 kilos de cocaína- fue interceptado en una lancha en el Puerto de Algeciras por agentes de Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria, y sus dos tripulantes fueron detenidos.

Los arrestados enviaban importantes partidas de cocaína en barcos mercantes de ruta regular a Europa y, antes de llegar a sus diferentes destinos, arrojaban la droga por la borda en cantidades que oscilaban entre los 50 y 100 kilos. Una vez en el agua, la droga era recogida por el grupo gallego, que se trasladaba hasta el lugar a bordo de embarcaciones neumáticas y planeadoras. Posteriormente la sustancia estupefaciente era transportada a tierra y comercializada.

En las operaciones policiales también se intervinieron tres máquinas de contar dinero, tres motores acuáticos para propulsarse bajo el agua, una lancha motora de 11 metros de eslora, cinco vehículos y un remolque.

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