Investigadores de la Universidad de Vigo y médicos de Atención Primaria descubren que la hipertensión se revela al dormir y proponen la revisión del diagnóstico para los grupos de riesgo
Desde EE UU a Japón, cardiólogos de todo el mundo observan con atención el Proyecto Hygia, un estudio desarrollado en Vigo entre la Universidad y profesionales del Sergas que está revolucionando el concepto de diagnóstico de la hipertensión arterial tras salir publicado en la revista "European Heart Journal" (Revista Europea del Corazón), la más prestigiosa del mundo en esta especialidad. Tras once años de trabajo y la intervención de cerca de 300 profesionales, el grupo de trabajo reveló ayer las principales conclusiones del estudio.
El proyecto consistió en emplear la técnica de diagnóstico denominada "Monitorización ambulatoria de la presión arterial" (MAPA) en un grupo de más de 18.000 pacientes, actualmente son 22.000, a quienes se les medía la presión arterial durante dos días al año en un periodo de cinco años de revisión. El MAPA es un aparato que se entrega al paciente en el centro de salud y que tiene que llevar durante dos días para que cada 20 o 30 minutos le mida la tensión. Hasta la fecha, entre los nueve estudios elaborados a nivel mundial sobre esta técnica solo se reunieron 13.000 pacientes monitorizados un día, lo que revela la dimensión del estudio realizado en Vigo.
El gerente del área sanitaria viguesa, Félix Rubial, señaló ayer que "estamos ante una situación excepción por su magnitud, esto puede cambiar la foram de diagnosticar la hipertensión en todo el mundo y puede sonar grande porque es algo grande".
La vicerrectora de investigación de la Universidad de Vigo, Belén Rubio, destacó ayer que el trabajo en los últimos años fue "ingente" y destacó que durante el proceso "estuvieron implicados más de 40 centros de salud".
Las conclusiones del estudio se aplican sobre las 18.000 personas estudiadas y según destacó el coordinador del proyecto, Ramón Hermida, "el riesgo de poder llegar a sufrir un infarto o ictus depende de si la presión arterial durante el sueño esté o no elevada". Para Hermida "esto cambia el paradigma del diagnóstico" pues hasta la fecha se tomaba la tensión en la consulta.
Conociendo esto, Hermida explicó que "el 48% de las personas están mal diagnosticadas". De estas un 23% correspondería a personas que están tomando un tratamiento y no lo necesitan y un 25% de aquellas que están erróneamente diagnosticadas pese a tener riesgos.
Gracias al conocimiento de estos datos los investigadores concluyeron que el momento óptimo para consumir la medicación es antes de dormir, cuando "el 50% lo hace por las mañanas". Solo con cambiar la hora de la ingesta "se reducen un 53% los eventos derivados de la hipertensión a coste cero". Rubén Hermida no recomendó generalizar esta afirmación y señala que antes de modificar la medicación de los pacientes "es imprescindible detectar que personas tienen riesgo asistencial" y apeló a la prudencia.
Por otro lado, el investigador destacó que durante la realización del estudio se encontraron cuatro grupos de riesgos que concentran el 92% de los eventos relacionados con la hipertensión arterial (infartos o ictus, por ejemplo). Estos son "las personas mayores de 60 años, con diabetes, enfermedad reanl o con eventos previos" y recomendó que antes de implantar este sistema de diagnóstico en toda la sociedad se le aplique primero a estas personas, especialmente por el coste que supondría para la sanidad pública.
El médico de Atención Primaria Juan Crespo, que formó parte del equipo investigador, destacó ayer en el Álvaro Cunqueiro que con estas recomendaciones se reducirá el coste de los tratamientos y recordó que en los once años que duró el proyecto se analizaron hasta 400 parámetros y que solo dos les dieron las claves para concluir el estudio.
