La ministra de Defensa, Carme Chacón, ha considerado hoy necesario 'recapacitar' sobre las demandas del movimiento de los indignados, algunas de ellas 'muy razonables', como las que reclaman mayor participación ciudadana.
La ministra intervino en la Universidad de Santiago de Compostela como madrina de la primera promoción de graduados en Ciencias políticas y de la administración, donde se refirió al creciente desprestigio de la política.
Abogó por que la clase política no dependa de los poderes económicos y por abrir espacios de participación a los ciudadanos y por una política 'limpia de corruptos'.
La ministra dijo ante los alumnos que habrá quien diga que la política 'es poder, las relaciones de poder; otros dirán' que es lo que deciden 'los políticos en remotas instituciones y, por desgracia, también habrá quienes piensen que sólo sirve para que los políticos vivan a costa de la gente'.
En este sentido, insistió en que, para ella, la política es 'esa parte del entramado social de una comunidad en la que se debate y se toman decisiones sobre las cuestiones que nos afectan a todos', apuntó.
Citó encuestas del CIS según las cuales los políticos, los partidos y la corrupción se sitúan como un problema para los españoles, únicamente tras el paro o la economía, y nueve de cada diez españoles desconfía de las fuerzas políticas.
Apuntó que esta es una opinión generalizada, ya que da igual la edad, el sexo o que sean votantes de izquierdas o derechas, mientras esta desconfianza está extendida también a otros países europeos, dijo.
Esta situación, 'a veces', se traduce en movimientos como el del 15-M, uno de cuyos campamentos está en la plaza del Obradoiro, muy cerca del acto de graduación en el que participó la ministra.
Con su protesta están expresando, afirmó, demandas 'de todo tipo, algunas de ellas muy razonables, como un sistema fiscal más justo o mayor participación o la mejora de los recursos sociales locales', que son la expresión del malestar de los ciudadanos.
Chacón destacó que se puede atribuir parte de este descontento a la situación económica, pero 'no podemos quedarnos sólo ahí: los políticos y las organizaciones políticas también tenemos una gran responsabilidad en la situación'.
Por eso, manifestó: 'Creo en una política que no dependa de los poderes económicos y garantice la igualdad; una política que abra espacios reales de participación a todos los ciudadanos; una política limpia de corruptos, que vuelva a estar a altura de la dignidad y del prestigio que exigen y merecen' los ciudadanos.
'Debemos, en suma, recapacitar, acerca de la forma en que compartimos el espacio de decisión con el resto de los ciudadanos, porque los políticos, sin sus representados, no somos nada, y en esa dirección deberían ir las demandas de nuestros ciudadanos', apuntó.
Ante los universitarios recién graduados, la ministra señaló que, con la perspectiva que da el tiempo, los temores del final de carrera 'no eran para tanto' porque 'el paso del tiempo te enseña que lo más difícil es ser consciente de quién eres y qué es lo que quieres, por encima del detalle concreto del paso a dar'.
Confesó a este respecto que desde adolescente quería trabajar 'desde la política con P mayúscula que cambia la sociedad desde la sociedad', concluyó.
Abogó por que la clase política no dependa de los poderes económicos y por abrir espacios de participación a los ciudadanos y por una política 'limpia de corruptos'.
La ministra dijo ante los alumnos que habrá quien diga que la política 'es poder, las relaciones de poder; otros dirán' que es lo que deciden 'los políticos en remotas instituciones y, por desgracia, también habrá quienes piensen que sólo sirve para que los políticos vivan a costa de la gente'.
En este sentido, insistió en que, para ella, la política es 'esa parte del entramado social de una comunidad en la que se debate y se toman decisiones sobre las cuestiones que nos afectan a todos', apuntó.
Citó encuestas del CIS según las cuales los políticos, los partidos y la corrupción se sitúan como un problema para los españoles, únicamente tras el paro o la economía, y nueve de cada diez españoles desconfía de las fuerzas políticas.
Apuntó que esta es una opinión generalizada, ya que da igual la edad, el sexo o que sean votantes de izquierdas o derechas, mientras esta desconfianza está extendida también a otros países europeos, dijo.
Esta situación, 'a veces', se traduce en movimientos como el del 15-M, uno de cuyos campamentos está en la plaza del Obradoiro, muy cerca del acto de graduación en el que participó la ministra.
Con su protesta están expresando, afirmó, demandas 'de todo tipo, algunas de ellas muy razonables, como un sistema fiscal más justo o mayor participación o la mejora de los recursos sociales locales', que son la expresión del malestar de los ciudadanos.
Chacón destacó que se puede atribuir parte de este descontento a la situación económica, pero 'no podemos quedarnos sólo ahí: los políticos y las organizaciones políticas también tenemos una gran responsabilidad en la situación'.
Por eso, manifestó: 'Creo en una política que no dependa de los poderes económicos y garantice la igualdad; una política que abra espacios reales de participación a todos los ciudadanos; una política limpia de corruptos, que vuelva a estar a altura de la dignidad y del prestigio que exigen y merecen' los ciudadanos.
'Debemos, en suma, recapacitar, acerca de la forma en que compartimos el espacio de decisión con el resto de los ciudadanos, porque los políticos, sin sus representados, no somos nada, y en esa dirección deberían ir las demandas de nuestros ciudadanos', apuntó.
Ante los universitarios recién graduados, la ministra señaló que, con la perspectiva que da el tiempo, los temores del final de carrera 'no eran para tanto' porque 'el paso del tiempo te enseña que lo más difícil es ser consciente de quién eres y qué es lo que quieres, por encima del detalle concreto del paso a dar'.
Confesó a este respecto que desde adolescente quería trabajar 'desde la política con P mayúscula que cambia la sociedad desde la sociedad', concluyó.
