REPORTAJE

La clave viguesa del caso Diana Quer

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photo_camera Oficina en la que Marcos Pérez y José Sabucedo resuelven los casos.

José Sabucedo y Marcos Pérez trabajan desde el año 2007 en la reconstrucción de accidentes de tráfico y la Guardia Civil requirió sus servicios, con los que permitieron localizar el coche propiedad del Chicle

José Sabucedo y Marcos Pérez estaban un día en su oficina de O Porriño cuando se presentó ante ellos la Guardia Civil. "Nos enseñaron una foto en la que no se veía nada y nos dijeron: '¿qué podéis hacer con esto?", recuerda Marcos. Así comenzó la colaboración de la empresa viguesa ISV Ingeniería y Seguridad Vial en el caso de la desaparición de Diana Quer. Aunque ellos aún no lo sabían.

José Sabucedo, especialista en investigación y reconstrucción de accidentes, y Marcos Pérez, ingeniero industrial, firmaron ese mismo día un contrato de confidencialidad entregado por la Guardia Civil, que limita los datos que se pueden hacer públicos en este reportaje acerca de lo que investigaron durante medio año.

Sin ánimo de ser modestos, asegura Sabucedo, explican que su aportación al caso "es un granito de arena más, un engranaje" y destaca el completo informe elaborado por la Guardia Civil. Estos dos expertos en seguridad vial recibieron el encargo de descubrir qué coche podía ser el que transportó a Diana Quer tras su desaparición, concretamente en el último tramo en el que dejó rastro el móvil: la AG-11 en su paso por Barbanza.

Su trabajo consistió en analizar las imágenes de las cámaras de tráfico ofrecidas por la Guardia Civil, en la que apenas se ven fogonazos de luz y sombras. Su primer paso fue "pedir las imágenes en la mejor calidad posible". A partir de ahí comenzaron a elaborar un escenario 3D a través de un programa informático. "En un primer vistazo, lo que más llama la atención son los fogonazos, pero hay muchas más cosas". Por eso analizaron cada milésima de segundo de cada plano de sombras, destellos y cualquier detalle.

"De todos los ejes conocemos uno, la carretera", explica Pérez. Por ello viajaron hasta la zona, para realizar mediciones y poder deducir las dimensiones del posible vehículo. Fue ahí cuando la Guardia Civil les indicó para qué caso trabajaban. Con todos los datos recadados realizaron el "retrato robot" del vehículo y elaboraron un informe pericial, actualmente incluido en el sumario del caso. Gracias a esto pueden asegurar con un alto grado de fiabilidad que el coche de José Enrique Abuin Gey, el Chicle, actualmente investigado por la muerte de Diana, estaba en el mismo lugar que el móvil de la joven.

Tras meses de cálculos, Marcos y José pudieron darle aspectos clave a la Guardia Civil. "No les podemos decir el modelo que es, pero sí si es un todoterreno, una furgoneta tipo Berlingo..." gracias a las dimensiones recabadas y tras comparar más de 3.000 vehículos la Guardia Civil pudo reducir la lista a tres posibles coches, uno de ellos el modelo propiedad del Chicle.

El trabajo fue arduo, y también desinteresado. "Es el caso más mediático en el que hemos participado, pero colaboramos habitualmente con los cuerpos de seguridad, nos gusta compartir el conocimiento", sentencia Sabucedo.

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