POLÉMICA

Coronado y Álex González revolucionan el Meixoeiro con el rodaje de una serie

La presencia de los actores protagonistas, José Coronado y Álex González, despertó gran expectación entre trabajadores y pacientes que llenaron las redes sociales con fotos y selfies
photo_camera La presencia de los actores protagonistas, José Coronado y Álex González, despertó gran expectación entre trabajadores y pacientes que llenaron las redes sociales con fotos y selfies

La tercera planta del hospital se transforma por unos días en un plató, provocando el fenómeno fan, pero también críticas entre el personal

 

El rodaje de la serie “Vivir sin permiso”, con los actores Álex González y José Coronado a la cabeza, revolucionó ayer la rutina del Meixoeiro. El equipo desembarcó a primera hora, convirtiendo la tercera planta en un plató y desatando el fenómeno fan entre parte del personal, que no desaprovechó la ocasión de fotografiarse con los artistas. González y Coronado, que ya coincidieron en “El Príncipe”, fueron los más solicitados. Los sanitarios destacaron su cercanía y simpatía, ya que saltándose el estricto control de la productora, no dudaron en posar para los móviles.

La serie, que constará de 13 capítulos, ya se rodó en un gimnasio en Sárdoma. Gira en torno a Nemo Bandeira (Coronado), un narcotraficante, reconvertido en empresario al que le diagnostican alzhéimer. Con Aitor Gabilondo, como productor y guionista, está basada en un relato de Manolo Rivas y se emitirá en Telecinco. Tienen previsto continuar el rodaje en el hospital hasta mañana.

"Adoro el ambiente de cine”

A Montse Álvarez Veloso, sanitaria de Urgencias en el Álvaro Cunqueiro, no le importa doblar turnos si es para compartir la magia del celuloide. “Adoro el ambiente de cine”. Ayer, pasó todo el día en el hospital, pero no para ejercer su profesión, sino para dar rienda suelta a su pasión como figurante: “En cuanto me enteré de que venían, les mandé un mensaje por si querían contar conmigo”. Se metió en la piel de una de las visitantes de un paciente, que transitaba por los pasillos. “Se repiten una y otra vez las tomas, se pasan muchas horas paradas, fuera de escena, pendientes por si hay que salir de nuevo”, afirma.

Montse reconoce estar emocionada. “Fue un día muy raro, la ropa que tenía preparada se rasgó en el último momento, los zapatos me quedaban grandes y me llevó el coche la grúa por dejarlo mal aparcado, pero no me importa, me compensó, el rodaje fue genial y ellos, un encanto; comimos todos juntos”. No fue su primera vez  ante las cámaras y seguro que no será la última.

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