Decenas de venezolanos 'indignados' piden en Santiago nuevas elecciones en su país

Decenas de venezolanos 'indignados' residentes en Galicia se concentraron ayer, en la Praza do Obradoiro de Santiago de Compostela, para exigir que la comunidad internacional apoye la celebración de nuevas elecciones en el país latinoamericano al considerar que, sin ellas, 'la paz no será posible' en Venezuela.
Una de las responsables de la organización, Lisbeth Rojas, explicó que ésta es la primera de las movilizaciones que el colectivo de venezolanos residentes en Galicia y agrupados alrededor de la Mesa por la Unidad Democrática (MUD) y el Comando Simón Bolívar (CSB) llevará a cabo para 'difundir los esfuerzos que hacen las fuerzas democráticas venezolanas en función de una auditoría completa de las elecciones del 14 de abril en Venezuela'.

Según explicó, los participantes en esta concentración 'no pertenecen a ningún partido político' sino que 'se han organizado para defender a Venezuela' de la 'dictadura que se quiere instalar bajo el mando de Nicolás Maduro', al que consideran un presidente 'ilegítimo', por lo que intentarán llevar sus peticiones 'a toda España'.

'Maduro está instalado en el Palacio de Miraflores -sede del Gobierno venezolano- sin nuestros votos', señaló antes de recordar que en Galicia 'sólo tuvo 42 votos, frente a los 1.110 del opositor Henrique Capriles'. 'Le aseguro que como fueron las votaciones aquí, también fueron en Venezuela, pues nuestro candidato, que ha solicitado la impugnación de las elecciones ha presentado pruebas fehacientes de que hubo un fraude electoral', manifestó.

Según Lisbeth Rojas, 'la única forma para conseguir la celebración de nuevas elecciones es que haya un pronunciamiento a nivel internacional pues en Venezuela todos los organismos están a la merced de este Gobierno nefasto'.

Por ello, destacó que los ciudadanos venezolanos residentes en Galicia prevén 'ampliar y organizar' su movimiento 'para sumar fuerzas' y lograr que 'España ratifique' y 'no reconozca a Nicolás Maduro como presidente'. 'No es posible que un gobierno democrático como el de España lo acepte', afirmó.

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