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La ourensana que quiso matar a la novia de su expareja se inspiró en series e internet

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photo_camera Prisión para la mujer que intentó matar a la novia de su expareja en Vigo.

La Policía cree que la detenida evitó tapar la boca a su víctima para no dejar rastros ni pistas

El presunto intento de homicidio de una mujer a la que la expareja de su novio mantuvo retenida en su vivienda, acuchilló y obligó a tomar diez pastillas de somníferos pudo haber tenido un referente en series policiacas de televisión, como CSI o en internet. Así lo ha llegado a barajar a Policía tras descubrir cómo tenía planeado el ataque la presunta autora de los hechos. Además del uso de guantes de látex, que los investigadores vinculan al hecho de no dejar huella o tener ropa escondida en el descansillo para poder cambiarse posteriormente, así como hacer que fuera la víctima  quien manipulara los objetos que le iba indicando, se sospecha que eludió colocarle algo en la boca para evitar cualquier pista.

Fue precisamente, el hecho de que la perjudicada pudiera hablar, implorando por su vida, según los agentes que llegaron a la vivienda,  y los gritos anteriores escuchados por la vecina lo que frustró los supuestos planes que apuntaban a la simulación de un suicidio. 

De hecho, la Científica no ha encontrado rastro alguno de la presunta agresora. De haberle colocado alguna cinta o similar en la boca quizá habrían quedando restos del material por el que en un momento determinado los investigadores pudieran tirar. 

El juzgado envió a prisión a esta mujer de 54 años natural de Cortegada, en Ourense, por un presunto delito de intento homicidio y detención ilegal. Será la instrucción, que acaba de comenzar, la que determinará finalmente si la intención era la de matar y si lo tenía todo planeado tal y como sostiene la hipótesis policial.

Otro de los datos que llevó a pensar que la presunta agresora pudiera haber echado mano de internet  o de alguna serie, ya que se desconoce si tiene conocimientos médicos, es el lugar donde tenía que  realizar los cortes. La Policía cree que no se hicieron al azar, ya que uno, de 2 centímetros estaba en el antebrazo y otro de unos siete hacia la femoral, que sin embargo no alcanzó.

Ambos cortes, más la ingesta de un blíster de somníferos dentro de una bañera y sin huellas ni rastro alguno de la presencia de otra persona en la vivienda, apuntarían inicialmente a un suicidio. 

El testimonio de la herida, el de la vecina, así como de las pruebas recabadas de momento apuntan a una planificación, si bien se desconoce la verdadera intención de la detenida, que hasta el momento ha preferido guardar silencio al respecto y acogerse a su derecho a no declarar.

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