Agentes de la Policía Nacional de Vigo han detenido a un hombre de 51 años de edad y vecino de la ciudad como presunto autor de un delito de desobediencia y atentado a agente de la autoridad, tras causar un altercado en un bingo e intentar agredir a los agentes que intervenían.
Los hechos ocurrieron sobre las 16.00 horas del miércoles en un local de juegos de la calle Marqués de Valladares, donde el individuo estaba jugando a las máquinas. Sin embargo, en un momento dado empezó a golpear la máquina y llegó a romper una mampara de cristal que separa las distintas estancias de la sala.
Ante esta situación, los trabajadores del establecimiento le llamaron al orden pero el hombre, lejos de hacerles caso, se enfrentó a ellos e intentó a agredir a uno de los empleados.
Una patrulla acudió al lugar tras ser informada de lo ocurrido y, al pedirle al sospechoso que se identificase, éste se enfrentó a los policías, los insultó e intentó agredir, por lo que fue detenido.
Debido al estado de agresividad en el que se encontraba, el individuo fue trasladado al ambulatorio del Casco Vello, donde se negó a ser asistido y mantuvo su actitud, increpando al personal sanitario y llegando a paralizar la actividad diaria del centro.
Además, el hombre iba con un perro y, al ser detenido y no querer facilitar datos de un familiar que se hiciese cargo de él, fue necesario solicitar la presencia del servicio de recogida de animales municipal, que lo trasladó a la perrera a disposición del propietario.
El arrestado, quien ya tiene un antecedente por otro hecho con violencia, fue trasladado a la Comisaría de la Policía Nacional de Vigo y ya ha pasado a disposición del juzgado de guardia.
Ante esta situación, los trabajadores del establecimiento le llamaron al orden pero el hombre, lejos de hacerles caso, se enfrentó a ellos e intentó a agredir a uno de los empleados.
Una patrulla acudió al lugar tras ser informada de lo ocurrido y, al pedirle al sospechoso que se identificase, éste se enfrentó a los policías, los insultó e intentó agredir, por lo que fue detenido.
Debido al estado de agresividad en el que se encontraba, el individuo fue trasladado al ambulatorio del Casco Vello, donde se negó a ser asistido y mantuvo su actitud, increpando al personal sanitario y llegando a paralizar la actividad diaria del centro.
Además, el hombre iba con un perro y, al ser detenido y no querer facilitar datos de un familiar que se hiciese cargo de él, fue necesario solicitar la presencia del servicio de recogida de animales municipal, que lo trasladó a la perrera a disposición del propietario.
El arrestado, quien ya tiene un antecedente por otro hecho con violencia, fue trasladado a la Comisaría de la Policía Nacional de Vigo y ya ha pasado a disposición del juzgado de guardia.
