Se trata de un grupo perfectamente estructurado y organizado, que operaba en el noroeste de España y que había extendido sus redes hacia Portugal y parte de la meseta
Agentes de la Policía Nacional han desarticulado en Redondela (Pontevedra) una de las mayores organizaciones dedicadas al tráfico de hachís en el noroeste de España en una operación con siete detenidos y más de cien kilogramos de esta sustancia intervenidos. Según indica la Policía en un comunicado, entre los siete detenidos se encuentran el líder de la banda y su hombre de confianza.
En la operación se han realizado seis registros domiciliarios y se han incautado 95.000 bellotas de hachís, con un peso total superior a los 100 kilos.
También se han intervenido 7 vehículos de alta gama, un revólver, una pistola eléctrica, 12 teléfonos móviles, equipos de radiotransmisión de largo alcance, un chaleco antibalas, una placa falsa de policía, un ordenador y diversa documentación.
Según el relato policial, se trata de un grupo perfectamente estructurado y organizado, que operaba en el noroeste de España y que había extendido sus redes hacia Portugal y parte de la meseta.
Los arrestados disponían de una red de vehículos -tipo turismo o furgoneta- a los que habían realizado diversas modificaciones para habilitar compartimentos ocultos en los que poder transportar la droga.
Estos vehículos, continúa el comunicado, eran llevados por conductores experimentados que se iban rotando cada cierto tiempo para evitar su identificación y que gozaban de la confianza del responsable del grupo.
Cada 8 o 9 días uno de estos vehículos se dirigía a algún punto de Andalucía para trasladar entre 100 y 120 kilogramos de hachís a alguno de los pisos o viviendas de los que disponía la organización en Galicia, asegura la Policía.
Una vez puesto en marcha el operativo, los agentes interceptaron un vehículo de la organización cuando circulaba cerca de la frontera portuguesa.
Al verse acorralado, el conductor embistió al vehículo policial y se dio a la fuga hacia Portugal, iniciándose una persecución en el país luso.
Tras el aviso español, las autoridades portuguesas movilizaron varias unidades de la Garda Nacional Republicana (GNR) y finalmente el vehículo fue interceptado en Monçao, en la frontera con Galicia.
Al identificar y detener al conductor se percibió un fuerte olor a hachís, por lo que se procedió a la intervención del vehículo para su traslado y posterior registro.
En su interior los agentes hallaron bajo el suelo del vehículo do grandes huecos con algo más de 95.000 bellotas de resina de hachís de muy alta calidad.
Tras ello se procedió a la detención del resto de integrantes del grupo, así como a realizar 6 registros simultáneos en inmuebles y viviendas de las proximidades de Vigo.
La investigación fue llevada a cabo por agentes del Grupo de UDYCO VIGO, dependientes de la Brigada de Policía Judicial de la Comisaría de Policía de Vigo-Redondela, pasando los detenidos y todo lo actuado a disposición del Juzgado de Redondela.
