VERANO EN GALICIA

El dog-friendly toma los arenales

ASDASDA

Viajar a las playas en compañía de mascotas ya es posible.  El verano de 2016 se abre con la oportunidad de disfrutar de unas vacaciones en familia al lado del mejor amigo del hombre: el perro. 

Una parte de la sociedad demanda de manera más notoria espacios habilitados para los perros. Ya no se trata de compartir el día a día con ellos para viajar en un autobús, ahora la familia al completo aspira a disfrutar del verano en los días soleados de playa. De esta manera, algunos organismos públicos se han puesto manos a la obra en la tarea de prestar servicios al mundo canino y de facilitar la integración de ellos en los espacios públicos.

El cometido de permitir el acceso a los perros en los litorales españoles se cede a las Comunidades Autónomas. La Ley de Costas nacional impulsada por el Gobierno en 1988 vela por la conservación del litoral en todo el territorio español pero es competencia de los ayuntamientos de cada zona costera implantar playas caninas, debidamente señalizadas, tanto en zonas de baño para humanos como en áreas de la costa menos atractivas o no aptas para el baño de los humanos. Los ayuntamientos se han hecho eco de las peticiones y cada vez es mayor el número de playas habilitadas para perros, en especial desde que en 2010 la playa de La Rubina, en la provincia de Girona concediera una zona de playa canina. Así, el movimiento dog-friendly ha cobrado fuerza y ha seguido a lo largo de 8.000 kilómetros de costa instalándose en el 2016 en 58 playas españolas.

La comunidad récord en disponer de las zonas para perros es Cataluña, pero Galicia, abrazada por el Atlántico y el Cantábrico le sigue la estela. Las Rías Bajas y las Rías Altas cuentan con playas que oficialmente permiten el acceso a mascotas. En la provincia de Pontevedra, las playas de O Espiño y la de Porto dos Padrones en O Grove, fueron espacios caninos en sustitución por las de Con do Corvo y la de Canelas en 2014 por decisión de la Xunta. Es obligatorio mantener al perro vigilado y atado en todo momento con la correa y disponer de bolsas sanitarias para recoger los excrementos y para mantener el litoral limpio. En Lugo, la playa de San Román, característica por su oleaje, es también ya conocida por su espacio canino que recorre 900 metros de costa. En esta es obligatorio llevar al perro con correa fuera y dentro del agua. En A Coruña, El Arenal y Punta de las Estacas, ubicadas en A Pobra do Caramiñal y en el Concello de Ares se unen a la actividad dog-friendly durante todo el año. En estas, es condición indispensable disponer de identificación y carné de vacunación de la mascotas y llevar bolsas sanitarias. 

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