La empresa que opta a la mina de Corcoesto dice que solo habrá un 'efecto visual temporal'

La afección causada a la naturaleza por la minería y la metalurgia asociada es momentánea y se remedia en la rehabilitación, afirma Francisco Aréchaga, director general corporativo de Mineira, y aclara que el precio 'a pagar' por el proyecto en Corcoesto (A Coruña) es un 'efecto visual temporal'.
Una empresa de capital canadiense, Edgewater, pretende, a través de la filial al frente de la cual está este asturiano, un acérrimo defensor del concepto 'sostenible', gestionar los recursos auríferos de esta zona de la provincia coruñesa, Cabana de Bergantiños, y hacerlo con 'licencia social' puesto que esta actividad no es ni supone 'una amenaza'.

La clave está en la planificación de esa rehabilitación, añade Aréchaga y con ella, 'prescrita' por ley 'incluso con la obligación de aportar una garantía financiera', a veces se mejoran incluso las condiciones ambientales previas, por la posibilidad de llegar a crear un mayor número de hábitats o nichos ecológicos que los existentes en un inicio.

Mientras, la plataforma Salvemos Cabana remitió un escrito y una selección de pruebas documentales a la Oficina del Defensor del Pueblo y a la Fiscalía de Medio Ambiente en donde alerta de un 'problema para la salud' de la población y el entorno de la citada mina debido a 'la falta de control' de la Xunta sobre esta explotación abandonada.

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