El puerto vigués indica que la conservación de la pasarela corresponde al Concello, que lo niega y apunta solo al muelle
Una parte considerable del paseo marítimo de las Avenidas se vino abajo con estrépito en la noche del domingo al lunes en pleno concierto de despedida de O Marisquiño, lleno para ver a Rels B: más de 300 jóvenes acabaron sepultados y resultaron heridos, la mayoría leves, en un incidente cuyas causas comienza a investigar de forma oficial el Ministerio de Fomento, mientras que por su parte el Juzgado de Vigo ha abierto diligencias, y la Autoridad Portuaria ha encargado un peritaje. Los pilotes de hormigón, construidos en 1982 para el puerto deportivo del Náutico y recubiertos con madera para el paseo en 1998, se vinieron abajo, incapaces de sostener el peso. Indemnizaciones, seguros y responsabilidades políticas e incluso penales y dependerán de ajustar la causa que provocó el derrumbe.
Las primeras conclusiones señaladas desde la propia Presidencia de la Autoridad Portuaria apuntan a que podría haber un fallo estructural en los soportes de hormigón, que estarían deteriorados. Fueron construidos en los años ochenta para el Náutico y en 2017-18 se reutilizaron para el paseo marítimo de madera, para uso ciudadano, no portuario. No consta que haya un informe advirtiendo sobre su situación y la necesidad de cambiarlos con urgencia, aunque sí quejas en múltiples ocasiones de usuarios y vecinos, partidos políticos (cmo ayer recordaban desde el PP), e incluso del Club Náutico.
En manos de los peritos
El presidente del Puerto, Enrique López Veiga, destacó ayer que los pilotes le parecían poco armados de hierro, y de ahí que apuntara a un fallo estructural, si bien dejó la resolución en manos de los peritos, con una investigación interna además de la abierta por Fomento, que respaldó por su parte el alcalde Abel Caballero. Éste, por su parte, insistió en varias ocasiones en señalar al muelle y en desligar al ayuntamiento de toda responsabilidad en el mantenimiento de dicha infraestructura.
Con todo, el presidente del Puerto también señaló que el paseo necesitaba un mantenimiento que le correspondería al Concello, según el convenio de 1992 de Abrir Vigo al Mar. Y ahí comienzan una vezmás las desavenencias: el consistorio estima que la zona en cuestión ni es de su jurisdicción ni tampoco le corresponde el cuidado, por lo que no tendría ninguna responsabilidad sobre lo ocurrido, que sería responsabilidad en todo caso del Puerto, si bien el alcalde no lo planteó en estos términos.
Pero desde la Autoridad Portuaria, ya por la tarde, añadieron que si bien es cierto que el espacio es de titularidad portuaria, y fue concedido permiso de uso al Marisquiño (como dijo su organización), la autorización y vigilancia de un evento de estas características corresponde al Ayuntamiento de Vigo, de acuerdo con la Ley 10/2017, de 27 de diciembre, de espectáculos públicos y actividades recreativas de Galicia.
Esta normativa, recoge en su artículo 5 las competencias municipales, entre otras "recibir y comprobar las declaraciones responsables, así como otorgar las licencias que correspondan en relación con los espectáculos públicos y las actividades recreativas que se desarrollen dentro del término municipal, incluidas las de carácter extraordinario y adoptar las medidas que sean necesarias para el desarrollo ordenado de los espectáculos públicos y actividades recreativas de su competencia, sin perjuicio de las competencias estatales en materia de seguridad pública". Por último, ejercer las funciones de inspección y control". El Puerto mantiene que la zona no tenía capacidad para soportar tanto peso.
El otro asunto es la discrepancia sobre el alcance del convenio de 1992 entre el Ayuntamiento de Vigo, Zona Franca y el Puerto que establece que “el Concello se compromete, durante los cincuenta años de vigencia de este convenio, al mantenimiento de toda la actuación -sin especificar y ahí está la clave - en perfecto estado de conservación, con sus propios medios o contratación de obras y servicios”. Por su lado, la Administración local mantiene que se trata de una zona portuaria, fuera del convenio y que así aparece en los planos de Abrir Vigo al Mar.
