SUCESO

Una falsa alarma de accidente aéreo colapsa las emergencias

El hidroavión ruso es una de las mayores aeronaves anfibio de lucha contra los incendios.que existen en la actualidad.
photo_camera El hidroavión ruso es una de las mayores aeronaves anfibio de lucha contra los incendios.que existen en la actualidad.

Un whatsApp propagó que un avión se hundía en el Miño cuando en realidad era un hidroavión ruso que cargaba agua para la lucha contra los incendios en Portugal

 Todos los equipos de emergencia del Baixo Miño se movilizaron  ante la falsa alarma de un accidente aéreo en el río Miño. Al final, el siniestro quedó transformado en un hidroavión de grandes dimensiones, un BE-200 de fabricación rusa, que cargaba agua para continuar la lucha contra los incendios en Portugal. La aeronave forma parte de la ayuda enviada por Rusia al país vecino para controlar los fuegos que han calcinado ya más de 100.000 hectáreas, más de la mitad de las afectadas en toda la Unión Europea. En Galicia están afectadas 8.800 este año. 

El avistamiento del avión cargando agua en el Miño, a la altura de Goián,   fue compartido por WhatsApp y en pocos minutos se convirtió en viral, colapsando las centralistas del 112, la Guardia Civil y del Ges de A Guarda, que movilizaron los efectivos ante la posibilidad de que un avión de pasajeros, como se llegó a decir,  hubiera intentado un aterrizaje forzoso. Al lugar se deslazaron varias patrullas de la Guardia Civil, los bomberos del Baixo Miño y el GES de A Guarda. Testigos de la maniobra del avión ruso aseguraron que "apareció de repente y en muy poco tiempo cargó y volvió a subir". Lo que más llamó la atención a quienes se encontraban en la zona de Goián fue "que hacía un recorrido largo sobre el agua, hundiendo mucho la cola, lo que hizo que algunas personas pensaran que se estaba hundiendo o intentando un aterrizaje de emergencias", explicaba  uno de los miembros del Ges que acudió al lugar ante la situación de emergencia generada. Otro factor que ayudó a aumentar la confusión fue la ausencia de incendios en la zona, tanto del lado gallego como luso. "Nadie veía humo y lo último en lo que pensabas era que estaba cargando agua", comentan ahora con una sonrisa después del susto. n

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