Los tres agentes ratifican que fueron golpeados tras el asalto a la casa del patriarca de Tomiño
La familia real gitana de Tomiño (Pontevedra) volvió a negar ayer que alguno de sus miembros hubiera agredido el pasado 30 de abril a tres miembros de la Guardia Civil, que ayer se ratificaron en su denuncia por lesiones y aseguraron que "la agresión está perfectamente acreditada".
Los tres guardias civiles acudieron ayer por la mañana al Juzgado de Instrucción número dos de Tui (Pontevedra), donde declararon durante cerca de tres horas y se ratificaron en sus denuncias.
Este altercado se produjo el pasado 30 de abril durante la toma de declaración del guardia civil y el agente forestal imputados -en aquel momento detenidos- por un supuesto delito de amenazas con uso de armas al rey de los gitanos el pasado 29 de abril en su domicilio de Tomiño (Pontevedra). Durante la concentración, el letrado de los dos imputados sufrió una agresión por parte de varias personas que se le echaron encima y le golpearon.
Desvío de atención
Los abogados de los cuatro hijos y un nieto del rey de los gitanos insistieron en que sus defendidos "no han agredido a nadie", y mantienen que con este caso sólo se busca "derivar el foco de atención del elemento nuclear y grave que es el asalto con arma a la vivienda particular de Olegario Giménez".
Marcos García Montes, abogado de los hermanos Sinaí -conocido como príncipe de los gitanos-, Juan Paulo, y Saúl Giménez, aseguró que las declaraciones de los tres miembros de la Guardia Civil incurrieron en "muchas contradicciones". Dijo además que uno de los agentes declaró que un paraguas utilizado en el altercado se habría roto contra el suelo "y otro dice que se fracturó en la cabeza de un Guardia Civil". "Si ya empezamos con que no se ponen de acuerdo, poco más se puede seguir hablando", remarcó.
