Feijóo reivindica el "papel unificador" de la Corona en su ofrenda al Apóstol

Alberto Núñez Feijóo, llega a la Praza do Obradoiro para iniciar la ofrenda como delegado regio en los actos de Traslación del Apóstol
photo_camera Alberto Núñez Feijóo llega a la Praza do Obradoiro para iniciar la ofrenda como delegado regio en los actos de Traslación del Apóstol. // Vicente Pernía
El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, ha reivindicado el "papel unificador" de la Corona, que encarna "la permanencia y la armonía de la nación", en la ofrenda al Apóstol que ha realizado este miércoles en la catedral de Santiago.
El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, ha reivindicado el "papel unificador" de la Corona, que encarna "la permanencia y la armonía de la nación", en la ofrenda al Apóstol que ha realizado este miércoles en la catedral de Santiago.

Así lo ha manifestado como delegado regio en la ceremonia de Traslación de los restos del Apóstol Santiago, con la que se ha reabierto la catedral tras años de obras de rehabilitación, en la jornada previa a la apertura de la Puerta Santa que da inicio al Año Santo y la celebración del Xacobeo 2021.

Núñez Feijóo ha situado la "armonía" como la mejor manera de superar los "antagonismos crónicos" en una nación y se ha referido a la pandemia del coronavirus sobre la que considera que "un ejército pacífico ha triunfado" y este fin de año puede estar marcado "por la esperanza y no el pesimismo", pese a que aún quedan "etapas duras".

En su intervención, ha dicho que representar en esta ceremonia al rey Felipe VI "es un motivo para subrayar el imprescindible papel unificador de la Corona de España, reconocido por la Constitución como monarquía parlamentaria".

El jefe del Ejecutivo gallego ha añadido que "tradición y modernidad, costumbre e innovación, permanencia y cambio se dan cita en esta institución constitucional" de la que ha recordado que está "refrendada por el pueblo" y que "encarna la permanencia y armonía de la nación".

Una armonía a la que ha apelado para "afianzar el sentimiento comunitario" y para "superar desafíos como ha planteado la pandemia del covid-19", pero también como el "mensaje" que envía el culto Xacobeo y que encarna la catedral de Santiago, a nivel arquitectónico.

Por eso, ha equiparado nación y catedral ya que "prosperan aquellas que hacen de la diversidad una síntesis, y encallan las que están a merced de antagonismos crónicos".

Siguiendo con este paralelismo, ha advertido de que no existiría la catedral si se hubieran impuesto en su construcción "quienes hacían bandera de la desunión" porque no fueron "destructores", sino constructores los que levantaron esta basílica, "una sinfonía donde los instrumentos son diferentes pero la melodía, única".

El presidente gallego ha destacado que "se despide un tiempo aciago, dominado por la tristeza y el temor" porque han sido "muchos" los fallecidos, hospitalizados y enfermos, pero también ha sido el año "en que la humanidad recobró su auténtica dimensión" y se ha recordado que el ser humano es capaz de "grandes proezas".

Ha agradecido el trabajo de sanitarios, asistentes sociales, cuidadores, militares o profesores, así como el de los investigadores que han conseguido que este fin de año venga "marcado por el signo de la esperanza y no del pesimismo".

Aunque las secuelas de la pandemia tendrán una "dimensión difícilmente previsible", ha confiado en la fuerza de una Europa "entendida como unidad diversa". Ha reivindicado el papel de la UE y su "esfuerzo sin precedentes para minorar las consecuencias sociales y económicas de la crisis que se avecina".

De hecho, ha finalizado la ofrenda asegurando que Galicia es "albacea" de ese espíritu europeísta y que sus valores permiten vislumbrar "un futuro dominado por los abrazos y no por las distancias".

Por su parte, el arzobispo de Santiago, Julián Barrio, en su homilía ha señalado que "en medio de la crisis humanitaria y sanitaria que nos afecta, la distancia social aconsejada ha de acrecentar la cercanía del corazón", y ha tenido una mención especial para las familias "que lloran las pérdidas de sus seres queridos por la pandemia y otras causas".

En la ceremonia ha vuelto a verse el vuelo del tradicional botafumeiro, el incensario gigante, después de un año parado, desde enero de 2019, por las obras en la catedral compostelana

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