La madrugada del viernes volvió a ser una noche de fiestas ilegales. La Policía Local tuvo que acudir al menos a tres, una de ellas en un piso de Rosalía de Castro 58, donde los agentes se toparon de frente con la indignación de los vecinos. El motivo: que el inmueble desde el que salían los ruidos, voces y música está alquilado a dos médicos del Hospital Álvaro Cunqueiro.
Según informaron fuentes policiales, la fiesta habría comenzado sobre las once de la noche. Fueron los avisos de los residentes, al ver que el jaleo no cesaba quienes llevaron a los agentes hasta la vivienda. Una vez allí, las personas que estaban en su interior (al menos seis según pudieron observar por la mirilla) no quisieron abrir la puerta.
La Policía, ante la indignación de los residentes, localizó a la propietaria del piso quien confirmó que éste se lo había alquilado a un psiquiatra y a un traumatólogo del hospital. Ante la falta de colaboración por parte de quienes estaban en el interior, se optó por esperar a que los participantes abandonaran la vivienda. Ocurría sobre las siete y media de la mañana. En ese momento, se pudo identificar a ocho personas.
Los agentes continuaban con las pesquisas para identificar a los responsables e iniciar las propuestas de sanción por saltar el límite de personas no convivientes en un domicilio, que la Xunta estrenó precisamente ayer y que está limitado a cuatro en interiores y seis en exteriores.
