El fiscal rebajó de 121 a 20 años de prisión la petición de penas para seis de los ocho detenidos relacionados con el intento de introducir cocaína en la ría de Vigo a bordo de un submarino de fabricación casera en agosto de 2006 en la segunda jornada de un juicio que quedó visto para sentencia. Los seis encausados -los otros dos detenidos no se sentaron en el banquillo y fueron declarados en rebeldía- se verán beneficiados por la reforma del Código Penal, aunque el fiscal antidroga de Pontevedra, Luis Uriarte, incluyó en la calificación varios agravantes para elevar las penas al máximo rango que permite la ley.
Uriarte, que modificó la imputación de tentativa por el de conspiración para la comisión de un delito contra la salud pública, ya que la entrega de la droga en alta mar no se llegó a producir, cree probada la existencia de un grupo criminal organizado por el reparto de funciones y el uso de dos embarcaciones para el transporte: el submarino y un velero. El fiscal solicita las penas más altas, concretamente de 3 años y 9 meses, para los 'personajes' con mayor 'protagonismo' dentro de la red: Francisco Omil, supuesto intermediario y que ya cumplió una condena de 10 años en el marco de la Operación Nécora, y Tomás Bengoechea, también con antecedentes.
