Los forenses del crimen de Coruxo rechazan un accidente

 Los forenses que hicieron la autopsia a la víctima del crimen de Coruxo (Vigo) desmontaron la tesis de muerte accidental que sostiene el acusado, sobre todo la puñalada en la que toda la hoja del cuchillo, de 17,5 centímetros, penetró en el organismo de la víctima, entre la clavícula izquierda y el cuello. Una cuchillada mortal, probablemente la última de las cuatro que recibió la mujer, que le seccionó tejidos, músculos y vasos sanguíneos, le cruzó el pecho y se instaló en el pulmón derecho, para lo que fue preciso la aplicación de "mucha fuerza", con lo que "no es plausible la accidentalidad", dijo uno de los forenses.

Ambos descartaron la posibilidad de que el acusado no se diera cuenta de que le propinara esta cuchillada mortal -como tampoco las otras tres- hasta que reparó en que su exmujer dejó de oponer resistencia y empezó a sangrar en abundancia, como éste declaró en el juicio. También dijo el acusado que no vio la herida porque ella tenía puesto un pañuelo, pero los análisis de las prendas realizados por el Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses precisaron que el roto de esta prenda no era por un corte por arma blanca sino un desgarro.


Los forenses tampoco dieron crédito a que la herida mortal se pudiera producir en el "tira y afloja" que, supuestamente, mantuvo Francisco Rafael A.M. con la víctima por hacerse con el control del cuchillo.

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